jueves, 28 de diciembre de 2017

Pupilas (Relato de no ficción)


Autora: (Marta Tomihisa)
Cursé la primaria en los años ’50…
Asistí a una escuela pública, sobre la calle Libertador de mi ciudad de San Fernando.
Era un edificio viejo, con aulas de pisos de madera, pupitres y un gran pizarrón detrás del escritorio de la maestra. Al ingresar al aula, se podía ver un retrato de nuestro respetado prócer, el General San Martín. Todo era limpio y prolijo, nuestros guardapolvos también, los alumnos íbamos perfectamente peinados, las chicas con el cabello recogido y los varones oliendo a gomina. Cuando la maestra entraba al aula, nos parábamos para saludarla, luego nos dedicábamos a aprender con buena predisposición hasta que la campana nos indicaba que ya era la hora del recreo. Entonces salíamos al patio, nos quedábamos charlando con nuestros compañeros contándonos cosas, hallando coincidencias en nuestras propias vidas.
Nuestras familias eran un conglomerado de inmigrantes pobres, sobreviviendo gracias a las oportunidades que les había ofrecido este extraordinario país.
Al salir de la escuela, de vez en cuando nos cruzábamos en la calle con algunos chicos que volvían de colegios religiosos. Yo sentía mucha curiosidad por saber cómo eran esas escuelas, por qué cada vez que alguien quería asustar a algún niño lo amenazaban con internarlos en ellas. ¿Cuán tremendo era asistir a establecimientos dirigidos por curas o monjas, qué pasaba con los niños que asistían a esos claustros?
Un día charlando con una vecina de mi edad, me contó que los chicos que iban a colegios religiosos no tenían recreos, además, si se portaban mal los conminaban a un rincón, arrodillados sobre maíces que se incrustaban en su carne hasta que lloraban tanto que los perdonaban…
Mi hermana mayor que siempre me tildó de rebelde, solía decirme que mi madre hacía averiguaciones para recluirme como pupila en uno de esos establecimientos, o sea que viviría allí alejada de mi hogar. Yo dudaba de semejante cosa, porque según me habían contado esos colegios eran costosos y mis padres eran demasiado pobres para tomar decisiones que hicieran tambalear la precaria situación familiar. De todas maneras, me mantuve atenta e intenté no ser tan temeraria accediendo a colaborar en algunas tareas rutinarias que jamás me han agradado (¡tampoco hoy!)
Ya cursaba la secundaria, cuando una de mis hermanas contrajo matrimonio.
La ceremonia religiosa se desarrollaría en la catedral de San Isidro. El imponente edificio que ocupa prácticamente la manzana entera, era de una extraordinaria belleza.
El día de la boda, acudí a la iglesia un rato antes acompañando a la madrina que era mi otra hermana mayor, ya casada. Nos ubicamos detrás del altar, mientras esperábamos el comienzo de la ceremonia. Mi hermana madrina que era un manojo de nervios, decidió sacarse por un rato los zapatos de gran taco, porque le dolían los pies. Pero cuando intentó volver a ponérselos, al agacharse, su vestido se descosió un poco debajo de la axila. Se puso a llorar desconsoladamente y yo corrí entonces en busca de una aguja por esos pasillos intrincados que llevaban a los aposentos del cura…Traspuse una pequeña cocina, luego otro cuarto en el que había un escritorio y libros apilados sobre él. Luego seguí por un corredor estrecho, desde el que oí una musiquita parecida a un vals y allí lo descubrí a él…
El cura, sin sotana, estaba en su dormitorio mirando hacia la ventana mientras tarareaba una canción, su mano derecha sobre el marco que daba al patio tenía un cigarrillo encendido…
Quedé inmóvil detrás de él que sin duda percibió mi respiración, arrojó el pucho hacia afuera y se dio vuelta alterado por mi presencia y preguntó…
–¿Pasó algo?
Era un hombre de estatura mediana, ojos claros y sonrisa austera que me observó mientras intentaba mostrarse sereno, aunque su incomodidad era palpable…
Le expliqué que necesitaba con urgencia una aguja, porque a la madrina se le había roto el vestido, él asintió moviendo la cabeza. Luego se acercó a un aparador del cual sacó un costurero que me entregó, ofreciéndome su mejor sonrisa. Le di las gracias y me fui.
Nunca he contado este episodio, mi hermana madrina cosió su vestido, la novia fue casada y bendecida por la mano que sostenía el cigarrillo y yo me sentí aliviada al ver al sacerdote parado dignamente en el altar, como un ser humano común y capaz de llevar a cabo un acto absolutamente ordinario. Dejé de temerle a las escuelas religiosas, aunque jamás fui a ninguna…
En este último tramo de mi vida, tengo una amiga monja a la que quiero con todo mi corazón y cuando la llevo en mi auto canta una canción popular que alegra mi existencia, carga un teléfono celular en el que recibe mensajes del Papa, pero también escribe mails y tiene ¡face-book! Ella está completamente segura de que algún día ascenderé al cielo, solo por haber comprendido que cuanto más auténtica sea una persona más cerca andará del Paraíso…
Me gustaría estar de acuerdo…

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viernes, 22 de diciembre de 2017

La Argentina que duele

Con todo lo grave que pueda ser la situación económica, no es el principal problema que padecemos los argentinos, aunque sea esto lo que aparece siempre en primera plana.
Situaciones peores que la nuestra (y hasta diría: ¡mucho peores!), padecieron otros países y supieron salir en pocos años.
¿Cuál fue su receta? La convicción de que nada se logra sin trabajo, esfuerzo y una cuota de sacrificio inicial. Nada se logra, que sea perdurable, esperando que todo nos sea dado por políticos indulgentes, bondadosos y abnegados.
Nada lograremos, en cambio, cuando vemos el deterioro de las ideas que permite que veamos impasibles el recurrente uso de la violencia como método que, irresponsablemente llevan a cabo quienes no quieren perder sus privilegios o quienes pretenden imponer por esa vía lo que no logran por la legalidad de las urnas. Tal parece que de nuestro pasado reciente no hemos aprendido nada. Y, como no somos muy amigos de los términos medios o equilibrados, vemos ante una manifestación violenta, en la que suele haber desmanes, vandalismo y saqueos, que la policía adopta una actitud pasiva porque, si hay una refriega, tienen que dar explicaciones quienes intentaron restablecer el orden y no quienes iniciaron el tumulto.
Es muy grave que ya no nos sorprenda que el padre de un alumno o el alumno mismo agreda a un maestro o cuando vemos que un maestro adoctrina a los alumnos. Cuando alumnos toman un colegio y, pacientemente se espera a que decidan terminar con su actitud delictuosa, sin tomar medidas disciplinarias en su contra ni procurar la recuperación de los días de clase perdidos. Cuando vemos que muchos padres de esos alumnos los apoyan y los padres de quienes no participan en la toma no hacen oír sus voces. Y todo porque los estudiantes –que por su condición de tales no han completado su formación– quieren imponer sus criterios respecto de los planes de educación o las políticas para el sector. 
Tampoco nos llama la atención que el colectivero no respete un semáforo, que no arrime el colectivo al cordón de la vereda, o nos atosigue con música estridente dentro de la unidad.
Vemos como natural que se amontonen papeles, botellas, cartones y bolsas en plena calle, aunque a pocos metros pueda haber un papelero. O cuando entramos a un negocio y no nos saludan.
No nos sorprendemos cuando vemos que quienes nos gobernaron tantos años descubren recién ahora que hay inflación, pobreza, desamparo de los jubilados, delincuencia generalizada, violencia y narcotráfico.
Hemos visto, con una pasividad que asombra, como se permitió durante ¡3 años! la interrupción del tránsito por un puente internacional, así como vemos a diario los piquetes que hacen que, recorrer un corto trayecto en la ciudad, sea una verdadera Odisea.
Tampoco nos asombramos porque haya un paro sorpresa en el transporte o cualquier otra actividad y muchas veces por razones invocadas que nada tienen que ver con las condiciones de trabajo del gremio en cuestión
Ya no es noticia que los jueces, que tendrían que garantizarnos la igualdad ante la ley, disfrutan del privilegio de no tributar en concepto de Ganancias. Un jubilado que no llega al 20% de lo que gana un juez debe tributar por este concepto un 5% de su haber. Por supuesto que tampoco nos sorprende que los jueces fallen en sintonía con los vientos políticos…
¿Se puede lograr una recuperación de la economía sin solucionar primero la raíz de estos problemas? 
Mientras sigamos perdiendo la batalla de las ideas, no caben dudas de que seguiremos tropezando con la misma piedra. Dando vueltas y más vueltas a esta noria que, a la postre, destruye y mata.
No creo que Argentina llegue a llorar por mí, pero yo sí lloro por mi querido país. ¿Cómo no llorar por Argentina?

martes, 12 de diciembre de 2017

Frases

Uno lee tantas y tantas cosas que valen la pena que siente la imperiosa necesidad de compartir tanta belleza, tanta sabiduría, tanta ironía o tanto dolor.

«… la libertad es una bella tendencia pero no un dios dogmático: debe ser equilibrada por la ley, el orden y el sentido común». Rolando Hanglin: El señor González (cada vez más facho).
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«Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder». 1984: de George Orwell.
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«Debes perdonar a tu enemigo; nada lo enfurece tanto».
«La mejor forma de librarse de una tentación es ceder a ella». Oscar Wilde.
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«Los especialistas estudian cada vez con mayor profundidad y detalle acerca de campos cada vez más estrechos del conocimiento. En ese camino, llegarán a saberlo todo acerca de nada». George Bernard Shaw.
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«Un hombre tonto no es capaz de hacer en ningún momento de su vida los disparates que hacen a veces las naciones, dirigidas por centenares de hombres de talento». Benito Pérez Galdós en Trafalgar.
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«…hombre de alguna fama en los antiguos arrabales del Norte, que había ascendido de carrero a guapo electoral, para degenerar después en ladrón y hasta en delator».
«... antiguo criminal irlandés, abrumado y casi anulado por la decencia». Los mejores cuentos policiales: selección de Borges y Bioy Casares.
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«Muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir; otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro». Winston Churchill.
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«El arte de la economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o medida política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores».
«La verdadera causa del tremendo incremento experimentado por los salarios reales en el último medio siglo (especialmente en los Estados unidos) ha sido, repitámoslo, la acumulación de capital y el enorme avance de la técnica que tal acumulación ha hecho posible».
«Precios funcionales son aquellos que estimulan un máximo volumen de producción y ventas. Salarios funcionales son aquellos tienden a crear un máximo volumen de empleo y las más crecidas nóminas».  La economía en una lección, de Henry Hazlitt.
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«Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo».
«Se ha declarado que primero era necesario la Justicia, y que en cuanto a la Libertad, se vería después, como si los esclavos pudieran esperar obtener Justicia».
«Si alguien les quita el pan, suprime al mismo tiempo su Libertad. Pero si alguien les quita la Libertad, estén seguros que su pan está amenazado, pues ya no dependerá de ustedes ni de su lucha, sino del arbitrio de un amo». Albert Camus.
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«Ninguna guerra es más furiosa y sangrienta, o de más larga duración, que las ocasionadas en diferencias de opinión, en especial si tiene por objeto cuestiones sin importancia». «A veces la disputa entre dos príncipes es para decidir cuál de ellos desposeerá a un tercero de los dominios sobre los cuales ninguno de ellos tiene el menor derecho. A veces un príncipe se pelea con otro por miedo a que el otro se pelee con él». Jonathan Swift: Los viajes de Gulliver
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«La realidad es que los hoy llamados derechos humanos no son otra cosa que los derechos individuales que desde sus inicios defendió el pensamiento liberal. Limitar el poder del monarca para que no pudiera explotar económicamente a la población y además impedirle que violara los derechos individuales de los súbditos. El liberalismo, sin llenarse la boca de palabras lindas, busca la prosperidad de la gente bajo el manto de la libertad». Roberto cachanosky
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Juan Bautista Alberdi, hablando de los EE.UU.
«…los pueblos del Norte no han debido su opulencia y grandeza al poder de sus Gobiernos, si no al poder de sus individuos».
Y agrega:
«…las sociedades que esperan su felicidad de la mano de sus Gobiernos esperan una cosa que es contraria a la naturaleza».
«…los Estados son ricos por la labor de sus individuos, y su labor es fecunda porque el hombre es libre, es decir, dueño y señor de su persona, de sus bienes, de su vida, de su hogar».
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«Como ayer la monarquía, el populismo vive de los pobres. Económicamente, porque su miserable mentalidad de suma cero le impide imaginar una fuente de enriquecimiento que no pase por la apropiación de lo ajeno». Fernando Iglesias.
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«Como somos impúdicos llorones, nos permitimos hablar de la “Década infame”, pero en realidad el hambre y la muerte masiva, esos jinetes del Apocalipsis, no alcanzaron nuestras playas. [...] Nuestros amigos europeos nos miran perplejos al recordar lo que significó esa década para ellos en Alemania, Italia, en Rusia con los procesos de Moscú, la recesión en los Estados Unidos, el hambre y la Gran Marcha en China, la Guerra Civil española. Impúdicos, gritones, malcriados, exhibimos nuestras gripes políticas como una neumonía terminal». Abel Posse en Réquiem para la política
«Es un hecho que el bombo niveló hacia abajo. Lo que no pudo conseguir en la orquesta, lo consiguió en la política. Es casi un símbolo de toda la desdicha política de nuestro país: el irresistido pero resistible ascenso de los mediocres. [...] Pero hay algo que suena mal en la sinfónica política argentina. Una democracia multiplicadora de bombos suena peligrosamente mal. Es como si el lelo de la orquesta hubiera logrado finalmente, a fuerza de gritos, dominar los violines, la nobleza de los bronces y hasta la sutileza solitaria del piano». Del mismo autor en Sobrevivir Argentina.
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«Derrotado y preso, Túpac Amaru II fue vejado y muerto cruelmente, con lo cual pasó a la historia como mártir y precursor de la independencia latinoamericana. Esto es típico de los equívocos y mitos de la América Latina. Túpac Amaru II se rebeló en nombre del Rey Español Carlos III y contra los abusos de los criollos peruanos».
«Colón tuvo la terquedad extraña y predestinada de sostener, contra la mejor ilustración de su época, que la Tierra era no solo redonda, cosa que no se discutía seriamente, sino además mucho más pequeña de lo que en realidad es. Salió hacia una muerte segura y se topó con América».
«En ese momento [el autor se refiere a fines del siglo XIX] los EE.UU. eran un país productor sobre todo de materias primas, minerales y agropecuarias, y en todo caso no participaba en el comercio internacional salvo como exportador de esos productos e importador de manufacturas y capital; las mismas condiciones de las cuales se asegura hoy que son causa suficiente del atraso de Latinoamérica».  Carlos Rangel, Del buen salvaje al buen latinoamericano.
«…decide componer el mundo y se pregunta por dónde comenzar. El mundo entero es demasiado vasto. ¿Comenzará por su país? Sería todavía una ambición satánica. ¿La provincia, el distrito, el pueblo, su calle, su familia? [...] reflexiona que hay una presunción pecaminosa en pretender reformar a los demás. El proyecto de salvar al mundo no puede acometerse sino emprendiendo en primer lugar la tarea humilde, aunque ella misma infinitamente difícil, de mejorar nuestra propia persona, tratando de ser justos en todos nuestros actos».
Existe en los países subdesarrollados «… la obsesión de que no tienen ninguna responsabilidad por su atraso, ni más esfuerzo material o intelectual que hacer, para salir de la pobreza, que constituirse en reclamantes, plañideros o amenazantes, de resarcimiento por el supuesto daño que les habría hecho Occidente».  Del mismo autor, El tercermundismo.
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«”Yo estoy acá porque ustedes me eligieron; así que les pido: por favor, no me abandonen”, dijo Macri en su primer discurso como presidente electo. Fue el anuncio de que no nos espera una nueva plata dulce sino el inicio del largo camino que conduce a las sociedades a la prosperidad y el ascenso social. Por las únicas vías razonables: las del esfuerzo individual y colectivo y el crecimiento económico sustentable. Después de muchas borracheras y resacas, acaso sea el momento de pensar que no nos vendrían mal cuatro años de trabajo y abstinencia». Fernando Iglesias
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«Para llegar a la ‘virtud de la fe’, hay que abandonar el espíritu crítico».
«Ni la riqueza ni los empleos ni ningún valor humano existen en una cantidad dada, limitada y estática. Los beneficios deben producirse y la ganancia de uno no significa la pérdida de otro».
«Defender hoy al socialismo ya no se puede considerar un error inocente. Si el motivo es el bienestar del hombre; los resultados horrorizan».
«Elegir entre ser virtuoso o feliz, genera culpa y es a lo que lleva la filosofía del altruismo».
«La mejor prueba de la superioridad del capitalismo son los dos ‘berlines’».
«El socialismo es la creación de intelectuales arrogantes que pretenden saber mejor que los individuos lo que les conviene».
«El gobierno de USA fue instituido para proteger a los individuos de los criminales y la Constitución fue redactada para proteger a los hombres del gobierno».
«Los Padres Fundadores de USA establecieron que la Constitución garantizaría el ‘derecho del individuo a la búsqueda de la felicidad’ y no a que otros se la proporcionen».
«Los criminales son infinitamente menos peligrosos que los gobiernos. El gobierno es el peor enemigo del hombre, cuando no está limitado».
«Cuando hay una gran sequía, los animales perecen y el hombre construye canales. Cuando hay inundaciones, los animales se ahogan y el hombre construye diques. Cuando ataca una jauría de lobos, los animales son devorados y los hombres dictan la Constitución de los EEUU».
Al contrario del precepto bíblico que dice “No juzguéis y no seréis juzgados”, la autora dice: “Juzga y prepárate para ser juzgado”. Del libro La virtud del egoísmo de Ayn Rand.
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«”¡No se acerque a él! ¡No puede besarlo! ¡Prohibido acariciarlo! Su marido ya no es un ser querido sino un elemento que hay que desactivar”. ¡Ante esto, hasta Shakespeare se queda mudo! Como el gran Dante. Acercarse o no, esa es la cuestión». «Todavía no nos habíamos saciado el uno del otro».
Testimonio de la joven viuda de un bombero que actuó en Chernóbil. Tomado del libro Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexiévich.
«Por envenenada que esté con toda esta radiación, es mi tierra. Ya no hacemos falta en ninguna otra parte. Hasta los pájaros prefieren sus nidos».
«Hemos sobrevivido a Stalin. ¡A la guerra! Si no nos hubiéramos reído, si no nos hubiéramos divertido, hace tiempo que nos hubiéramos colgado de una soga».
«¿Has oído que tenemos muchos glóbulos blancos?». «¡Tonterías! Ayer me corté un dedo y tenía la sangre roja».
Testimonios de habitantes de la zona afectada por la catástrofe de Cernóbil. Tomado del mismo libro y autor.




Los años 70

Los montoneros y otras agrupaciones terroristas nunca tuvieron vocación democrática ni estuvo en sus planes el cuidado de la república. Por ...