Hice un remix de dos publicaciones mías de años anteriores, porque creo que la fecha de hoy, amerita su consideración sin anteojeras y sin negación de partes de la realidad que supuso.
Hace poco más de 500 años, Colón llegó a estas tierras, abriendo las puertas para que, quienes vinieron luego, iniciaran la conquista, con la inevitable cuota de guerras, sangre y dominio.
Por la misma época, con diferencia de pocos años, los turcos invadieron Constantinopla, saqueando, matando y violando cuanto encontraron a su paso.
Como antes habían hecho los romanos, los griegos, los hunos, los mongoles, y tantos y tantos otros.
La historia de la humanidad consiste en una interminable serie de guerras, genocidios, conquistas y avasallamientos que parece no tener fin.
No obstante, también podemos sacar como conclusión que no todas fueron iguales.
Mil años antes que los romanos de Constantinopla, los romanos de Roma fueron arrasados por los bárbaros. Estos, sin embargo, no pudieron arrasar la cultura y las instituciones romanas, y terminaron por adoptarlas, adecuándolas a sus propias modalidades, costumbres y necesidades. Ello fue así porque el desarrollo de la cultura romana era superior a la de los bárbaros.
No ocurrió lo mismo con las culturas aborígenes de América, cuyo grado de desarrollo era inferior al europeo y quedaron, por tanto, reducidas casi a la nada, en muchos casos.
No vemos que los derrotados por los turcos (lo menciono por ser casi contemporáneos con el Descubrimiento de América) anden todavía lamentándose por aquella derrota. Derrota de una civilización muchísimo más antigua que las precolombinas. Antes bien, el mundo en general ve aquellas cuestiones como inevitables.
Por otra parte, a los grandes detractores de la gesta colombina, cabría preguntarles:
¿Era tan idílica la vida de los pueblos americanos antes de la llegada del genovés?
¿No contó Hernán Cortés con la ayuda imprescindible de los pueblos sometidos por los aztecas para su conquista de México?
Y cuando digo que la cultura aborigen americana era de un desarrollo inferior a la europea lo digo porque, si quienes conocían la brújula, la navegación a vela, la metalurgia del hierro, la escritura, la rueda, la pólvora y la domesticación del caballo hubiesen sido los pueblos originarios de América; ¿quién hubiera conquistado a quién?
Estos pueblos originarios de América me merecen tanto respeto como el que más, pero debemos evaluar los acontecimientos de hace 500 años con una mirada histórica y veremos que aquello fue inevitable. Pasó ya medio milenio; es hora de mirar hacia adelante y construir la cultura posible acorde a las realidades de hoy.
¿Podemos seriamente creer que las espantosas injusticias y desigualdades sociales que vivimos hoy en América Latina son culpa de aquella conquista? Pasaron cinco siglos de aquellos terribles enfrentamientos que conllevó la conquista y las injusticias siguen. Vale la pena repetir palabras de Mario Vargas Llosa en un artículo titulado «Los hispanicidas» (que recomiendo leer completo) donde dice:
«… muchos de los horrores de la Conquista y de la incorporación del Perú a la cultura occidental se siguen perpetuando hasta hoy y los perpetradores tienen no sólo apellidos españoles o europeos, sino también africanos, asiáticos, y a veces indios. No son los conquistadores de hace quinientos años los responsables de que en el Perú de nuestros días haya tanta miseria, tan espantosas desigualdades, tanta discriminación, ignorancia y explotación, sino peruanos vivitos y coleando de todas las razas y colores».
Otra de las estupideces que suelen decirse acerca de la gesta de Colón es que muchos otros antes que él ya habían llegado a América, y en estos comentarios no faltan citas a supuestas o reales incursiones vikingas. Seguramente antes que Colón habían llegado los que dieron en llamarse pueblos originarios, probablemente los vikingos, y tal vez los esquimales (no sé muy bien la cronología). Pero lo que está fuera de toda discusión es que fue la epopeya colombina la que tuvo trascendencia y produjo efectos perdurables. Es claro que Colón descubrió América para el resto del mundo. Tan claro como que recién luego de sus viajes, el resto del mundo tuvo conocimiento de nuestro continente y llegó finalmente a corroborarse la teoría de la "redondez" de la Tierra. Teoría esta que es muy anterior a Colón, pero lo cierto es que el genovés fue el primero que tuvo la convicción así como el poder de persuasión (y los huevos necesarios) para largarse a demostrar con hechos, lo que otros afirmaban en los papeles. Esos son los grandes méritos de Colón.