El progreso y sus enemigos. De Guy Sorman
El autor desarrolla la idea de que, con ¿sanísimas? Intenciones, muchas ONG (Organización No Gubernamental, por si alguien no lo sabe) solo consiguen retrasar el progreso que permitiría a muchos pueblos pobres de pobreza absoluta, lograr mitigar el hambre cuando no a progresar y lograr niveles de vida que, hoy, son inalcanzables para ellos.
Analiza varios aspectos de esta lucha entablada por verdes y ambientalistas de diverso pelaje. Uno de ellos es la lucha contra los OGM (Organismos Genéticamente Modificados) entablando así, la guerra ONG Vs. OGM. Y analiza que muchos de estos OGM producen efectos inmediatos en la agricultura que cambian dramáticamente la vida de muchas poblaciones del tercer mundo, salvando así muchísimas vidas. Y todo por el Peligro Potencial, no siempre demostrado, acerca de la evolución de esos OGM. Nos muestra el autor la clara contradicción entre el “Peligro Potencial” y el “Mal Menor”. (PP Vs. MM).
Consideraciones similares analiza respecto del cambio climático, de la clonación, etc.
Todas son causas con muy buena prensa que no necesitan respaldo científico ni empírico y que ponen, automáticamente, en el campo de los malvados a quienes osan siquiera investigar seriamente el problema.
Cito:
Hoy el utopista aparece bajo el manto blanco de la ONG, la "organización no gubernamental", una extraña quimera de sexo indeterminado, ni empresa ni asociación, que pretende decir y hacer el bien allí donde las Iglesias y los partidos políticos son insuficientes. Vestidos con el lino inmaculado de las ONG, los ecologistas del mundo entero manifiestan contra los OGM. ONG versus OGM: ¡vivimos en la época de las siglas y los acrónimos! En su combate contra los OGM, se puede observar que las ONG no rinden cuentas a nadie; están por encima de las leyes, y si pretenden encarnar el Bien o los derechos del hombre, no existe ninguna votación que lo decida, ningún tribunal para juzgarlo; aquí, la única sanción parece ser de orden mediático. La ONG está legitimada por su exposición mediática, y nada más. Lo cual no es el caso de los OGM, sometidos a múltiples controles y limitaciones, que emanan de los accionistas, de las empresas productoras o de las reglamentaciones públicas. Si un OGM contribuye al bien público al hacer retroceder los parásitos, al disminuir la contaminación de los suelos, incrementando la producción y reduciendo el hambre en algunos países pobres, nadie le estará agradecido a la empresa por este progreso real. En cambio, si una ONG llega a retardar, incluso a destruir los OGM mediante sus maniobras, ¿quién la sancionará? ¡Nadie! Las víctimas permanecen tan invisibles como anónimas. No se puede identificar a aquellos que, en un rincón del planeta, se encuentran en dificultades o amenazados con la pérdida de su cosecha porque, en un país rico, una ONG ha conseguido anular el progreso. Esta irresponsabilidad de las ONG y de sus inspiradores y agitadores no constituye un debate teórico; está claramente comprobado que las protestas organizadas en los países ricos contra las biotecnologías han atrasado varios años la investigación. [...] Las ONG del tipo Greenpeace, Amis de la Terre, Confédération Paysanne obtienen victorias indiscutibles, ¿pero en nombre de quién o contra quién? ¿Quién se beneficia con ello, quién es la víctima? ¿A quién le rinden cuenta? ¿Al tribunal de la opinión pública? ¿De acuerdo con qué normas científicas y/o democráticas? ¿Quién hará justicia en el proceso de estas organizaciones, si se comprueba que hay víctimas de sus acciones?
Otra:
… los OGM han sido aprobados por las tres grandes agencias de control federal: [se refiere a USA] de la salud, del medio ambiente, de la agricultura. [...] A través de los lugares comunes sobre la sociedad norteamericana, calificada de “liberal salvaje”, los ciudadanos no esperan que el Estado se inmiscuya en la economía, sino que garantice el respeto de las reglas de juego y de la seguridad: un Estado garante más que un estado gerente tal como se practica en Europa. ¿No es en Europa más que en los Estado Unidos donde se conocen el “pollo a la dioxina”, la “sangre contaminada” y la “vaca loca”? ¿Cuántos desastres alimentarios o deficiencias de los servicios públicos de control han afligido a Europa pero no han afectado a los norteamericanos?
Y el autor tira un palo para nuestro gallinero:
En la Argentina, donde la cultura del fraude es tan intensiva como la de la soja…
Otra:
En una palabra, el "recalentamiento" y el efecto invernadero sirven de pretextos para reactivar y servir a la causa del "ecologismo profundo". Esta ideología no es otra cosa que el viejo proceso, rejuvenecido, del desarrollo económico occidental. En esta disputa, el enemigo no es tanto el efecto invernadero como el capitalismo, acusado de destruir la Naturaleza divina, diosa sustituta de la Revolución Social. El recalentamiento del planeta ha llegado a ser la causa de relevo de los decepcionados de la Revolución; para ellos, es necesario que el mundo vaya hacia el abismo, que el capitalismo conduzca inevitablemente a la desgracia de la humanidad, pues el futuro que ellos anuncian ya no es prometedor. Se constata así que muchos de los responsables de la gestión política del efecto invernadero en Francia son antiguos marxistas convertidos en defensores del planeta; al no haber obtenido la caída de la economía liberal mediante la revolución, la preparan con otros métodos. El objetivo sigue siendo inmutable; solo la ideología se ha metamorfoseado. [...] Si se admite que es la industria la que recalienta el clima, cómo elegir entre el desarrollo con recalentamiento y la ausencia de desarrollo sin recalentamiento? De esta manera se plantea un dilema, pues es impensable que los países pobres puedan desarrollarse con energías apropiadas e industrias no contaminantes.
Otra (Subrayado mío):
Vale la pena recordar el modus operandi del mercado económico tal como fue analizado hace más de dos siglos por el filósofo y moralista Adam Smith, sin que sea necesario aclarar su demostración. En su tratado sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, The Wealth of Nations, de 1776, observó que no era por generosidad sino por un interés bien entendido que el panadero vendía su pan a un precio que le permitía a la vez enriquecerse y atraer al mayor número posible de clientes. Según Smith, era la suma de los egoísmos individuales lo que producía la prosperidad de la mayoría; así el capitalismo, que puede parecer muy sombrío en sus intenciones, condujo a resultados más morales y eficaces que las utopías aparentemente más generosas. ¿Se debe juzgar al capitalismo por sus móviles o por sus resultados? El siglo xx ha demostrado cómo las intenciones "puras" condujeron a grandes catástrofes, mientras que la "suma de los egoísmos" dio lugar a progresos sin precedentes. Los OGM constituyen uno de estos progresos suplementarios con tal que las buenas intenciones proclamadas por los utopistas no interfieran privando de ellos a la humanidad.
Mejor que seguir transcribiendo párrafos, es recomendar la lectura completa del libro.