sábado, 15 de enero de 2022

El progreso y sus enemigos. De Guy Sorman

El progreso y sus enemigos. De Guy Sorman 

El autor desarrolla la idea de que, con ¿sanísimas? Intenciones, muchas ONG (Organización No Gubernamental, por si alguien no lo sabe) solo consiguen retrasar el progreso que permitiría a muchos pueblos pobres de pobreza absoluta, lograr mitigar el hambre cuando no a progresar y lograr niveles de vida que, hoy, son inalcanzables para ellos.

Analiza varios aspectos de esta lucha entablada por verdes y ambientalistas de diverso pelaje. Uno de ellos es la lucha contra los OGM (Organismos Genéticamente Modificados) entablando así, la guerra ONG Vs. OGM. Y analiza que muchos de estos OGM producen efectos inmediatos en la agricultura que cambian dramáticamente la vida de muchas poblaciones del tercer mundo, salvando así muchísimas vidas. Y todo por el Peligro Potencial, no siempre demostrado, acerca de la evolución de esos OGM. Nos muestra el autor la clara contradicción entre el “Peligro Potencial” y el “Mal Menor”. (PP Vs. MM).

Consideraciones similares analiza respecto del cambio climático, de la clonación, etc.

Todas son causas con muy buena prensa que no necesitan respaldo científico ni empírico y que ponen, automáticamente, en el campo de los malvados a quienes osan siquiera investigar seriamente el problema.

Cito:

Hoy el utopista aparece bajo el manto blanco de la ONG, la "organización no gubernamental", una extraña quimera de sexo indeterminado, ni empresa ni asociación, que pretende decir y hacer el bien allí donde las Iglesias y los partidos políticos son insuficientes. Vestidos con el lino inmaculado de las ONG, los ecologistas del mundo entero manifiestan contra los OGM. ONG versus OGM: ¡vivimos en la época de las siglas y los acrónimos! En su combate contra los OGM, se puede observar que las ONG no rinden cuentas a nadie; están por encima de las leyes, y si pretenden encarnar el Bien o los derechos del hombre, no existe ninguna votación que lo decida, ningún tribunal para juzgarlo; aquí, la única sanción parece ser de orden mediático. La ONG está legitimada por su exposición mediática, y nada más. Lo cual no es el caso de los OGM, sometidos a múltiples controles y limitaciones, que emanan de los accionistas, de las empresas productoras o de las reglamentaciones públicas. Si un OGM contribuye al bien público al hacer retroceder los parásitos, al disminuir la contaminación de los suelos, incrementando la producción y reduciendo el hambre en algunos países pobres, nadie le estará agradecido a la empresa por este progreso real. En cambio, si una ONG llega a retardar, incluso a destruir los OGM mediante sus maniobras, ¿quién la sancionará? ¡Nadie! Las víctimas permanecen tan invisibles como anónimas. No se puede identificar a aquellos que, en un rincón del planeta, se encuentran en dificultades o amenazados con la pérdida de su cosecha porque, en un país rico, una ONG ha conseguido anular el progreso. Esta irresponsabilidad de las ONG y de sus inspiradores y agitadores no constituye un debate teórico; está claramente comprobado que las protestas organizadas en los países ricos contra las biotecnologías han atrasado varios años la investigación. [...] Las ONG del tipo Greenpeace, Amis de la Terre, Confédération Paysanne obtienen victorias indiscutibles, ¿pero en nombre de quién o contra quién? ¿Quién se beneficia con ello, quién es la víctima? ¿A quién le rinden cuenta? ¿Al tribunal de la opinión pública? ¿De acuerdo con qué normas científicas y/o democráticas? ¿Quién hará justicia en el proceso de estas organizaciones, si se comprueba que hay víctimas de sus acciones? 

Otra:

… los OGM han sido aprobados por las tres grandes agencias de control federal: [se refiere a USA] de la salud, del medio ambiente, de la agricultura. [...] A través de los lugares comunes sobre la sociedad norteamericana, calificada de “liberal  salvaje”, los ciudadanos no esperan que el Estado se inmiscuya en la economía, sino que garantice el respeto de las reglas de juego y de la seguridad: un Estado garante más que un estado gerente tal como se practica en Europa. ¿No es en Europa más que en los Estado Unidos donde se conocen el “pollo a la dioxina”, la “sangre contaminada” y la “vaca loca”? ¿Cuántos desastres alimentarios o deficiencias de los servicios públicos de control han afligido a Europa pero no han afectado a los norteamericanos?

Y el autor tira un palo para nuestro gallinero:

En la Argentina, donde la cultura del fraude es tan intensiva como la de la soja…

Otra:

En una palabra, el "recalentamiento" y el efecto invernadero sirven de pretextos para reactivar y servir a la causa del "ecologismo profundo". Esta ideología no es otra cosa que el viejo proceso, rejuvenecido, del desarrollo económico occidental. En esta disputa, el enemigo no es tanto el efecto invernadero como el capitalismo, acusado de destruir la Naturaleza divina, diosa sustituta de la Revolución Social. El recalentamiento del planeta ha llegado a ser la causa de relevo de los decepcionados de la Revolución; para ellos, es necesario que el mundo vaya hacia el abismo, que el capitalismo conduzca inevitablemente a la desgracia de la humanidad, pues el futuro que ellos anuncian ya no es prometedor. Se constata así que muchos de los responsables de la gestión política del efecto invernadero en Francia son antiguos marxistas convertidos en defensores del planeta; al no haber obtenido la caída de la economía liberal mediante la revolución, la preparan con otros métodos. El objetivo sigue siendo inmutable; solo la ideología se ha metamorfoseado. [...] Si se admite que es la industria la que recalienta el clima, cómo elegir entre el desarrollo con recalentamiento y la ausencia de desarrollo sin recalentamiento? De esta manera se plantea un dilema, pues es impensable que los países pobres puedan desarrollarse con energías apropiadas e industrias no contaminantes. 

Otra (Subrayado mío): 

Vale la pena recordar el modus operandi del mercado económico tal como fue analizado hace más de dos siglos por el filósofo y moralista Adam Smith, sin que sea necesario aclarar su demostración. En su tratado sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, The Wealth of Nations, de 1776, observó que no era por generosidad sino por un interés bien entendido que el panadero vendía su pan a un precio que le permitía a la vez enriquecerse y atraer al mayor número posible de clientes. Según Smith, era la suma de los egoísmos individuales lo que producía la prosperidad de la mayoría; así el capitalismo, que puede parecer muy sombrío en sus intenciones, condujo a resultados más morales y eficaces que las utopías aparentemente más generosas. ¿Se debe juzgar al capitalismo por sus móviles o por sus resultados? El siglo xx ha demostrado cómo las intenciones "puras" condujeron a grandes catástrofes, mientras que la "suma de los egoísmos" dio lugar a progresos sin precedentes. Los OGM constituyen uno de estos progresos suplementarios con tal que las buenas intenciones proclamadas por los utopistas no interfieran privando de ellos a la humanidad.

Mejor que seguir transcribiendo párrafos, es recomendar la lectura completa del libro.

miércoles, 5 de enero de 2022

La ética de la emergencia

Hace poco publiqué esto en FB, pero como nuestra realidad no cambia, estos comentarios no pierden actualidad y es por ello que insisto. Es que nos empeñamos en aplicar siempre las mismas "recetas" a los problemas sin que los reiterados fracasos nos convenzan de buscar otros remedios para la misma enfermedad. Llego a creer que no se busca erradicar la pobreza sino "maquillarla" o esconderla porque, según dijo un esclarecido ministro, hoy devenido gobernador, publicar los índices de pobreza "estigmatiza a los pobres". Yo creo que esos índices estigmatizan a los responsables de las políticas económicas.

Está claro para cualquiera que utilice medianamente sus neuronas, que los “planes asistenciales” no sacan de la pobreza a los supuestos beneficiarios, por el contrario, allí los mantienen envileciéndolos.

Seguramente que las almas caritativas que tanto abundan dirán que no se puede dejar morir de hambre a tanta gente ni condenar a los niños a una infancia de privaciones con consecuencias siempre indeseables para su vida de adultos.

Pues bien, la respuesta cae de su peso: ante una emergencia (incendio, epidemia, terremoto, inundaciones no previstas, descarrilamiento de trenes o naufragios), la ayuda no solo es deseable sino necesaria y de sentido común. Pero si la pobreza es una situación permanente y el número de pobres aumenta constantemente, es porque algo funciona mal y en el análisis del problema y búsqueda de la solución es donde se debería trabajar con ahínco.

Lo que debemos preguntarnos es cómo llegamos a esta situación en que hay tantos argentinos que necesitan en forma endémica estos salvavidas y cómo fue que tantos niños van a la escuela solo para comer, porque en su casa no lo harían.

Recordemos que, en los tan vilipendiados años del “Régimen falaz y descreído”, anterior a la Ley Sáenz Peña, y muchos años más tarde aún, llegaban legiones de pobres, de pobreza absoluta desde otros países y, no obstante, en pocos años salían de esa condición con su esfuerzo y no con subsidios del gobierno.

Vemos cómo, con su esfuerzo sostenido, construyeron sus casas y los barrios mismos, –en los que no solían faltar sociedades de fomento y de socorros mutuos– y cómo, en décadas más recientes, vino la migración interna y solo construyó villas miseria sin lograr, la mayoría, jamás salir de ellas.

¿Qué fue lo que produjo tal diferencia? ¿Eran los migrantes internos genéticamente inferiores, o simplemente fueron víctimas de regímenes que les hicieron creer que todo les sería dado por un Estado bonachón?

Ese Estado bonachón, jamás les dio las herramientas para salir de la pobreza pero sí, con mucho éxito, se dedicó a la tarea de usar como instrumento  de propaganda fascista a la educación, que fuera uno de los pilares de nuestro prodigioso progreso en aquellos años. Y nuestro gran orgullo.

Estamos en una espiral viciosa que nos llevará a competir con la caribeña Venezuela, ya que al haber cada vez más gente que recibe planes, son cada vez menos, proporcionalmente, los que producen para sostenerlos. Luego, la solución reiterada es aumentar los impuestos y la inflación con lo que más gente pasa a la condición de receptor de subsidios y…

Dijo Ayn Rand en “La ética de la emergencia” (no es textual, sino como lo recuerdo).

«La “ayuda” permanente es una falta de respeto por los “ayudados”, dado que se los considera como una caterva de mendigos inútiles que claman permanentemente por ayuda».

Poco para agregar. Solo una pregunta: ¿no sería hora de revisar las causas de la pobreza y atraso y actuar en consecuencia?

 

 

 

 

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