La impunidad
Leo en Clarín de hoy, 25/3/24: «La izquierda denunció que el Gobierno quiere avanzar con un “plan de impunidad"». Lo que omiten decir es que la impunidad, ya la tienen garantizada los asesinos terroristas de los años 70. Y no solo tienen garantizada la impunidad, sino que también gozaron de conspicuos cargos en los pasados gobiernos progres que supimos padecer.
El 24 de marzo
En estos días se recuerda el infausto golpe militar de 1976. Y veo con pesar que quienes critican dicho golpe, suelen no reconocer las atrocidades que se cometieron antes de dicha fecha, tanto desde las organizaciones terroristas como desde el gobierno de entonces.
Desde la otra perspectiva, suele ocurrir que no se tome en cuenta las atrocidades cometidas por el gobierno de facto. La lucha contra el terrorismo era legítima, no así los métodos empleados.
Negacionismo
No es negacionismo dudar de la cifra de los 30.000 desaparecidos.
Si, quienes defienden esa cifra, están tan seguros de su veracidad; ¿Por qué se niegan con contumacia a discutir el tema? ¿Por qué razón jamás han aportado algún testimonio o documento creíble acerca de esos más de 20.000 que no figuran en ninguna denuncia ni reclamo?
Negacionismo, en cambio, es negar el reconocimiento y la reparación moral de las víctimas del terrorismo.
Jubilaciones
Reiteradamente se oye el justificado reclamo de los jubilados por lo magro que reciben mensualmente como retribución a sus años de trabajo y aportes. También los opositores a este gobierno que a su vez fueron oficialismo no hace mucho, se suman a esas críticas por demás justas.
Parece que olvidan o quieren soslayar que el problema no pasa por la buena o mala voluntad del gobierno de turno, sino que es el sistema en sí mismo lo que no puede dar respuestas acordes a los merecimientos. Según entiendo, la mayor erogación que enfrenta el gobierno (y no hablo solo del actual) es el pago de esas retribuciones. En la situación en que se encuentran las arcas del fisco, es impensable que se pueda pagar lo que en justicia se reclama.
Pero, muchos de los que ahora se quejan, aplaudieron con fervor cuando de estatizaron las recordadas AFJP. Aplaudieron ese monumental latrocinio contra los ahorros de los aportantes de entonces (recordemos que el dinero acumulado no era de las empresas prestadoras, sino de los futuros jubilados) prometiéndoles pasar al sistema de reparto como una bendición a futuro. Hoy podemos ver los resultados de tal sistema.
2 comentarios:
Excelente material para reflexionar, como de costumbre. Gracias!!
Mirta nos dijo:
Muchas gracias ,se estaban extrañando.super apropiado!
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