Nuestra amada patria irrumpe airosa y pujante en el siglo XXI, de la mano de los “K”.
Entre otras muchas promesas (cumplidas) nos dijo Néstor, que con el advenimiento de Kretina (quise decir Cristina, pero se me escapó) se profundizaría el modelo… ¡Vaya si están cumpliendo!
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Mientras otros países se debaten aún en las miserias de
En ciertas partes del globo, todavía se encuentran empantanados en tratar de mejorar los aprovechamientos eólicos o la energía solar en un tonto intento de reducir los efluvios contaminantes. Aquí, con una visión absoluta de futuro, y haciendo gala de un manejo tecnológico que aquellos nos envidian compramos fuel oil y gasoil a Venezuela, (ya que Bolivia no nos provee del gas prometido) que nos deja como subproducto benéficos gases ideológicos.
Hay países empeñados en encontrar el aprovechamiento del choque de partículas subatómicas para la medicina nuclear. Pues nosotros, señores, estamos ya lanzados completamente al choque o confrontación de distintos sectores sociales. En esto debemos admitir que no marchamos primeros, ya que nos aventaja gloriosamente nuestra hermana Venezuela. Pero si seguimos perseverando, y con nuestra proverbial picardía criolla, seguro que estaremos pronto a la cabeza. Aunque seguir los pasos insignes de nuestro vecino, no debería avergonzarnos. Lástima que su ubicación sea septentrional respecto de nosotros, porque fieles a nuestros principios, deberíamos aborrecer al Norte por sobre todas las cosas.
También hay países retrógrados que se empeñan en construir carreteras, aeropuertos, ferrocarriles de alta velocidad, etc. persiguiendo vanamente
Así también podríamos mencionar nuestros logros en otros ámbitos como ser la deserción escolar, o la mortalidad y desnutrición infantil, la corrupción policial, y tantos otros frentes en los que sabiamente hemos sabido estar siempre a la vanguardia, bajando los índices que debían subir y subiendo los que debían bajar, pero eso será motivo de otra nota editorial. Espero no aburrirlos.
Pocos países se pueden jactar, como nosotros, en
Así sea.
Marzo de 2008
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