Luego de disfrutar de una buena lectura, paladeando
una prosa elocuente y elegante, se siente la irresistible tentación de
compartir esos gratos momentos. Y eso es lo que me lleva a contarles lo que
sigue
Tras la estela del Graf Spee. De Enrique Dick.
La apasionante historia del famoso
acorazado alemán, contada por el hijo de uno de sus tripulantes, no puede menos
que ser de muy interesante lectura. Aunque por momentos, y para mi gusto, el
autor se enreda en historias excesivamente familiares que poco agregan a lo que
uno quiere saber. De igual modo, el apéndice con los detalles técnicos del
buque y de otros contemporáneos, es totalmente prescindible. Pero, para eso es
un apéndice, disponible para quien tenga interés en esos temas. No obstante
ello, hay partes que, siendo anécdotas familiares o personales, son de
verdadero interés. Me gustaron especialmente los relatos de las peripecias
durante la temprana posguerra en Alemania. Uno cree estar viviendo, junto con
el personaje, las privaciones, escaseces, carestías y falta de trabajo en
aquellos duros años. Emocionan las vivencias de los recién llegados a nuestro
país, y la sorpresa con que veían las costumbres distintas y el buen
recibimiento que se les dispensaba.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
La guerra del fin del mundo. De Mario Vargas Llosa.
La segunda lectura de este libro me gustó
tanto como recuerdo que me gustó la primera hace ya unos 30 años. Una guerra de
locos, entre dos bandos en los que primaba la insensatez y el fanatismo, tanto
como las buenas intenciones y la ignorancia de lo que, en realidad, significaba
el enemigo, tal como suele suceder en la mayoría de las guerras.
Hay una magnífica presentación de
personajes muy bien caracterizados, como el frenólogo anarquista que todo lo
explica en función de la topografía del cráneo de las personas y del acontecer
histórico de las sociedades que, inevitablemente desembocarán en la “Revolución
colectivista”. Sus convicciones o fanatismo son tales, que no duda en
adentrarse en el bando de los que cree que intuitivamente llevarán a cabo esa
revolución, aún con la rémora retrógrada –para su visión del mundo y la
humanidad– de la convicción religiosa, de la que, espera, podrá liberarlos
gracias a su total esclarecimiento doctrinario.
Por su parte los “yagunzos”, son esos desposeídos de
la tierra que han sido “tocados por el Ángel”, y que abandonan lo poco que
tienen por seguir al “Consejero” llegando a dar la vida por él y sus prédicas
de otra vida mejor, cuanto peor sea esta.
Están también los republicanos, que se
sienten amenazados por estos revoltosos que no quieren responder al censo, ni
acatar el matrimonio civil, ni la separación de la Iglesia del Estado, ni el
dinero de la República y ni siquiera el Sistema Métrico Decimal, cuestiones
estas que creen obra del Maligno. Por eso están dispuestos a aniquilarlos, sin
posibilidad de perdón ni para quienes se rindan.
También están los nostálgicos de la
Monarquía, que se sienten atrapados entre dos fuegos y amenazados de ambas
partes; por los “yagunzos”, porque los
asaltan y queman sus propiedades, y por los republicanos que los acusan de
estar coludidos con los revolucionarios.
El principal personaje, “Antonio
Consejero”, es un santón que recorre los sertones reparando iglesias, dando
consejos, ayunando y que, llevando una vida verdaderamente ascética, va sumando
seguidores para su causa.
En medio de todo aquello, hay un muestrario de personajes con todas las aberraciones físicas, mentales y emocionales que uno pueda imaginarse.
En medio de todo aquello, hay un muestrario de personajes con todas las aberraciones físicas, mentales y emocionales que uno pueda imaginarse.
Basada en un hecho real, ocurrido a fines
del siglo XIX en el nordeste brasileño, el autor nos regala una novela que
está, a mi criterio, entre las dos o tres mejores que ha producido. Y, sin
dudas, entre los diez mejores libros que yo haya leído.
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La sonrisa de Mandela. De John Carlin.
Al igual que en El factor humano, el autor, periodista, nos cuenta distintos
pasajes de sus experiencias personales con Mandela. Como vida novelesca que es,
la mitad del éxito del libro está garantizada.
Su personalidad, que subyugó y hasta
conquistó a sus más acérrimos enemigos, no podía pasar desapercibida para
nadie. Conmueven sus gestos, precisamente hacia sus enemigos. No por eso debe
creerse que sus movimientos políticos estaban solo destinado a ellos, sino
hacia los propios en igual o mayor medida. Una personalidad de semejante
grandeza puede llegar a perdonar a sus verdugos pero, convencer al resto de los
oprimidos de que el camino era el del perdón y la reconciliación, es
verdaderamente una tarea de gigantes.
Habiendo abrazado en su juventud la
solución aparentemente fácil del uso de la violencia, tuvo el valor de cambiar
y ¡hasta logró cambiar a convencidos represores del Apartheid!
Con la firme convicción de que “nadie nace
siendo malvado”, supo trabajar sobre la culpa y hasta el miedo de sus enemigos
para sacar de ellos lo rescatable que sin dudas llevaban en su interior. Lo
mismo con sus seguidores; solo un líder de sus quilates, que son tan poco
frecuentes, es capaz de exaltar lo mejor y no lo peor de las masas que lo
seguían.
Y no por “amigarse” con los enemigos fue
blando para negociar; nada de eso. Habiendo llegado a la conclusión de que la
lucha armada no era el camino, llegó a rechazar la liberación que le ofrecían a
cambio, precisamente, de renunciar al
uso de la violencia. «Solo un hombre libre puede negociar», fue su respuesta.
Esa contestación la explicó en un discurso que leyó su hija ante una multitud
de seguidores. Transcribo un párrafo:
«Valoro enormemente mi libertad, pero me
preocupa aún más la vuestra. Solo los hombres libres pueden negociar… No puedo
aceptar ni aceptaré ninguna iniciativa en un momento en que ni yo ni vosotros,
el pueblo, somos libres. Vuestra libertad y la mía son lo mismo y no pueden
separarse».
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Es el peronismo, estúpido. De Fernando Iglesias.
El autor
comienza el libro con “los botines de punta”. Pero nos muestra con agudeza
ciertas “mañas” que el peronismo maneja con maestría, para salir bien librado
de los desaguisados que provoca. Es tan agudo y consistente en sus planteos que
tendría que analizar capítulo por capítulo, cosa que tal vez haga.
Escrito
con pasión innegable, Iglesias nos brinda una radiografía del peronismo como
pocas veces he leído. Yo sé que es utópico –casi diría que imposible–, pero
sería bueno que lo leyeran aquellos peronistas que lo son por convicción y no
por dogmatismo cuasi religioso (para estos, no hay argumento o razón que
valga). Por supuesto, uno puede no estar de acuerdo con algunas o muchas de las
opiniones vertidas, pero lo que no se puede negar es la solidez e inteligencia
de sus postulaciones y muchísimo menos las pruebas estadísticas que nos
muestra.
En la
introducción desliza una frase estupenda: ¡Qué gorila es la realidad! Para el peronismo
cualquier opinión crítica es gorila y está descalificada de antemano. Como la
realidad muestra que luego de tantos años de peronismo estamos peor, entonces
la realidad es gorila.
En este
capítulo desarrolla la tesis de que el peronismo impuso la idea de que cualquier
posición contraria es antipatria y antipueblo. Ellos pueden insultar a todo el
mundo, pero se rasgan las vestiduras ante cualquier opinión adversa (lógico,
oponerse a ellos es estar contra la Patria). Idéntico pensamiento al de Videla
& Cía.
Partido
populista y partido militar: Aquí nos describe cómo el PJ y el Partido militar
son enemigos que se disputan el poder mafioso. Son ambas caras del
autoritarismo, uno elitista y el otro populista. (son enemigos a lo don
Corleone y Tattaglia, no como Al Capone y Elliot Ness). Nacieron juntos en la
Revolución del 30, en la que Perón tomó parte activa. El peronismo tiene su ADN
militar (confesado por la propia CFK). Los propios militares golpistas del 43
designaron a Perón para ser el candidato del Partido militar y ante los
generales renunció en el 55; siendo un presidente constitucional, no lo hizo
ante el Congreso de la Nación.
Golpes y
saqueos: Analiza el papel y el comportamiento del PJ en la caída de Alfonsín
y De La Rúa, y muestra su connivencia
con las policías para dar los “golpes cívico-policiales” con apariencia de
continuidad democrática.
En “Los
muertos de De La Rúa”, se refiere a los trágicos acontecimientos de
diciembre de 2001 y nos muestra la habilidad del PJ para esquivar el bulto a
cualquier responsabilidad. Hubo entonces 10 muertos en Santa Fe, provincia
gobernada por el peronista Reutemann; 11 en Buenos Aires, gobernada por
Ruckauf, también peronista; 3 en Córdoba, con De La Sota, otro peronista; 1 en
Tucumán, del mismo palo y 7 en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Solo estos
últimos pueden imputarse a responsabilidad de De La Rúa (Policía Federal), los
restantes, todos muertos por policías a las órdenes de gobernadores del PJ,
pero solo DLR fue a juicio por las muertes. En 2013, otra vez muertos: 13 en
Córdoba y Tucumán, pero CFK festejó y se burló de las protestas.
También
nos muestra con cifras indiscutibles cómo el peronismo de los años 40 y 50 y el
actual, se las ingenió para aprovechar situaciones de bonanza preexistentes
para repartir irresponsablemente y luego dejar la crisis al que venga, en
actitud típica de los populismos. O, como en el caso de Menem, endeudándose en
forma descarada con las consecuencias por todos conocidas.
Sería muy
largo continuar con los comentarios, mejor leer el libro entero.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Misery. De Stephen King.
Stephen King otra vez nos sorprende con una
apasionante novela. En realidad, hay más de una historia en la obra. El film,
muy logrado por cierto, nos da una muy buena versión propia de la ficción
principal, en la que un escritor famoso de best
sellers, cae en manos de una enfermera que es una trastornada fanática de
sus novelas y se lo quiere apropiar para que escriba para ella.
Esta historia, que de por sí es
apasionante, y que en el libro tiene otras connotaciones que en la película,
está intercalada con apreciaciones por demás interesantes que hace el autor
acerca de las profundas motivaciones e inspiraciones de un escritor (por lo
menos de ese escritor). El personaje
es autor de importantísimos éxitos editoriales con la saga de Misery, que debe ser una chica de pueblo
que llega a enamorar no a uno sino a dos personajes ricos. Pero ese autor,
aspira a poder escribir otra clase de literatura, de más alto vuelo. Pretende
escribir algo que lo aleje de las boberías, muy vendibles por cierto, que
protagoniza su personaje y que satisfaga algo más que su fortuna personal. Nos
da, por cierto, algunas pistas en donde bucear quienes tenemos alguna afición
por la escritura.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Ladrona de libros. De Markus Zusak.
Estupendo libro. Me dejó sin aliento. Hace
emocionar como pocos. El autor revela una gran maestría en el trato de los
personajes, dejándolos actuar para que ellos mismos se presenten tal como son
ante el lector. Es muy original la forma como está contado ya que la narradora
es la Muerte, quien en reiteradas ocasiones habla directamente con el lector
con expresiones del tipo: “Como ya te contaré más adelante…”. La acción
transcurre en la Alemania Nazi, en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial.
Mucho hemos leído y nos han contado de esta terrible tragedia, del maltrato a
los prisioneros en los avernos de los campos de concentración, donde toda
esperanza se perdía no más llegar. Especialmente, pero no solo, con los judíos.
También corrían triste suerte quienes tuviesen algún signo de humanidad para
con las víctimas o simplemente quienes no mostraran adhesión firme al Partido.
Pero pocas veces hemos leído acerca de cómo era la vida de los alemanes comunes
y corrientes durante la guerra. Muchos fueron pasando espantosas privaciones,
especialmente aquellos que no eran miembros del Partido y desde luego que el
sacrificio no alcanzaba a los jerarcas del régimen. Dentro de ese marco se
desarrolla la historia de una niña cuyos padres “de acogida” sufren esas
peripecias mientras ella sigue con su vida de niña y un enamorado infantil
–verdadero compinche de aventuras– que solo ansía un beso de ella… Llega el
momento en que sus padres refugian a un judío, arriesgando todo por ese acto de
verdadero heroísmo. Entre el judío (un muchacho veinteañero) y la niña se
establece una relación de una profundidad humana que estremece.
Uno se conmueve, se enternece, se embronca y
termina tan asombrado como la narradora ante la increíble dualidad del ser
humano, capaz de bajezas inauditas y de sublimes actos de heroísmo y entrega.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
El hablador. De Mario
Vargas Llosa
Esta es una de las novelas poco conocidas o
promocionadas del autor, sin embargo, es una de esas obras que no deberíamos
dejar de leer. Fue terminada de escribir a mediados de los 80 y, como es
frecuente en el Mario Vargas Llosa, en ella no sabemos a ciencia cierta cuánto
y qué es realmente lo novelado y qué es lo autobiográfico. Hay ciertos pasajes
en los que claramente nos está contando experiencias personales que él ha
vivido. Hace profundas reflexiones acerca del tema de las poblaciones de indios
peruanos que vivían (en la época en que escribió la novela) en su estado
primitivo. Pueblos que han resistido los embates de los Incas, de los españoles
y, más recientemente, de los explotadores de caucho, de los narcos, de la
guerrilla, de la contraguerrilla, del ejército… Y su exitosa respuesta
defensiva ha sido siempre la diáspora, y la constante migración. En el caso de
los machiguengas, que son los protagonistas del libro, el único factor que
mantenía unidas en esa inmensidad a las pequeñas tribus o familias de esa
cultura, eran los “habladores”, especie de juglares que iban de aldea en aldea
contando las novedades de otras familias; narrando viejas anécdotas que, no por
repetidas dejaban de atraer; manteniendo vivas las creencias de su religión
animista e inventando historias, cual novelista moderno. Reflexiona, a través
de sus distintos personajes, acerca de la conducta a seguir, por el “Perú
civilizado” para con estas tribus. ¿Tienen derecho a “aculturarlos” e
introducirlos al siglo XX? ¿Es mejor dejarlos vivir como hasta ahora? ¿Es
razonable esto último, dejando un territorio inmenso sin explotar, para que
subsistan unos pocos miles de peruanos cuando varios millones viven en un
territorio menor? Tampoco deja sin analizar cuáles son los beneficios y
perjuicios que la explotación de la selva traería aparejados. Queda claro que
todos estos interrogantes son producto de la cultura occidental de décadas
recientes, donde se tiene conciencia (en general, poco respetada por cierto) de
los derechos de los pueblos primitivos; hace algunos siglos, nadie se planteaba
estas dudas y todos tenían muy claro cuál era la conducta a seguir por los
conquistadores.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Armas, gérmenes y acero. De Jared
Diamond.
Notable buceo acerca del desarrollo, siempre
desigual de los distintos pueblos y distintas civilizaciones. El autor se
pregunta reiteradamente el porqué de esa enorme desigualdad, que en todos los
tiempos y regiones geográficas, motivaron el sojuzgamiento de los más débiles,
cuando no su completa extinción o desplazamiento. Y no se queda simplemente con
la pregunta, sino que ensaya respuestas, siempre basadas en los datos concretos
que aporta la arqueología, así como la genética, la filología y otras ciencias
que, en las recientes décadas, permitieron ajustar algunas fechas. Vemos cómo
hechos, aparentemente banales, motivaron que no fuesen los chinos quienes
inicialmente conquistaran los mares y por tanto todos los rincones del planeta;
en efecto, hasta aproximadamente el año 1300, la navegación de altura de China
estaba mucho más desarrollada que la de Occidente, al punto que las carabelas
con que Colón realizó su increíble proeza, eran muy inferiores en envergadura
que las embarcaciones chinas que surcaban el Océano Índico. También analiza la
razón por la que las cinco especies de animales domésticos más ampliamente
difundidas en la tierra (bovinos, ovinos, caprinos, porcinos y equinos; [no se
considera al perro, que se domesticó por separado tanto en América como en
Eurasia], son euroasiáticas y no africanas ni americanas) y lo decisiva que fue
esta domesticación, así como la de numerosos vegetales comestibles en el
desarrollo posterior de estos pueblos.
También analiza la influencia del amplio corredor
Este/Oeste del continente euroasiático como factor decisivo en el mayor y más
precoz desarrollo de las culturas allí asentadas, respecto de las americanas,
asiáticas o australianas. Este corredor, a través de amplísimas extensiones,
con pocos saltos latitudinales y barreras geográficas no tan infranqueables,
permitió un permanente trasiego de conocimientos (¿globalización?) que,
postula, es la base de su mayor progreso.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
La virtud del egoísmo. De Ayn
Rand,
El libro es en realidad es una recopilación de
conferencias de la autora y de Nathaniel Branden.
Hay que destacar la diferencia semántica para los
diccionarios en inglés y en español del concepto de egoísmo. Mientras que en el
DLE definen egoísmo como “Inmoderado
y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente el propio interés,
sin cuidarse del de los demás”; en cambio, en diccionarios en inglés definen selfishness como “La preocupación por
los intereses personales”, es decir sin calificaciones éticas. La autora
defiende al egoísmo según la definición inglesa, desde luego.
Es una extraordinaria disección del objetivismo y el
egoísmo, y nos explica que la conducta moral del individuo se debe guiar por la
razón. Si uno postula que sus ocupaciones y preocupaciones deben estar
enfocadas a sostenerse con vida y buscar la propia felicidad sin tener que
someterse a los intereses de terceros, mal podría pretender que esos terceros
se subordinen a sus propios intereses. Que todo trato con terceras personas
debe ser producto de una negociación y no de una imposición. De ese modo, el
trabajo productivo del individuo, que es lo que tiende a proporcionarle
sustento y felicidad, será beneficioso para el conjunto en una sociedad libre,
habida cuenta que nadie pagará por sus productos o servicios si fuesen
inútiles.
Algunos conceptos notables:
“Los dos grandes valores que obtenemos de la
sociedad son el conocimiento y el comercio”.
“El único fin correcto o moral de un gobierno, es
proteger los derechos del individuo: vida, libertad y propiedad”.
“El capitalismo no es un sistema del pasado, es el
sistema del futuro, si es que la humanidad ha de tener futuro”.
“Para llegar a la ‘virtud de la fe’, hay que
abandonar el espíritu crítico”.
“Al igual que cualquier otro valor, el amor no es
una cantidad estática, disponible que puede ser dividida, sino una respuesta ilimitada
y existente que debe ser ganada”.
“Defender hoy al socialismo ya no se puede
considerar un error inocente. Si el motivo es el bienestar del hombre; los
resultados horrorizan”.
“Elegir entre ser virtuoso o feliz, genera culpa y
es a lo que lleva la filosofía del altruismo”.
“Ni la riqueza ni los empleos ni ningún valor humano
existen en una cantidad dada, limitada y estática. Los beneficios deben
producirse y la ganancia de uno no significa la pérdida de otro”.
“La mejor prueba de la superioridad del capitalismo
son los dos ‘berlines’“.
“El socialismo es
la creación de intelectuales arrogantes que pretenden saber mejor que los
individuos lo que les conviene”.
“Hay dos clases
de violadores de los derechos; los criminales y los gobiernos”.
“Cuando se declaran
‘derechos’ hay que preguntar para quién y a costa de quién”.
“El gobierno de
USA fue instituido para proteger a los individuos de los criminales y la
Constitución fue redactada para proteger a los hombres del gobierno”.
“Los Padres
Fundadores de USA establecieron que la Constitución garantizaría el ‘derecho
del individuo a la búsqueda de la
felicidad’ y no a que otros se la proporcionen”.
“Los criminales
son infinitamente menos peligrosos que los gobiernos. El gobierno es el peor
enemigo del hombre, cuando no está limitado”.
“Cuando hay una
gran sequía, los animales perecen y el hombre construye canales. Cuando hay
inundaciones, los animales se ahogan y el hombre construye diques. Cuando ataca
una jauría de lobos, los animales son devorados y los hombres dictan la
Constitución de los EEUU”.
Al contrario del
precepto bíblico que dice “No juzguéis y no seréis juzgados”, la autora dice:
“Juzga y prepárate para ser juzgado”.
Podría seguir
hasta llenar varias páginas, pero sería mejor que se leyera el libro completo.
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