El liberalismo económico. De Iván Carrino.
Apretada síntesis de los principios y conceptos generales del liberalismo. A nivel del ciudadano común. Nos explica la demonización que se hace del concepto de liberalismo al definirlo quienes son sus más acérrimos detractores. Muy atinadas reflexiones acerca de que, defender los intereses personales, redunda en beneficio de la comunidad, cosa que los progres jamás aceptarán. Interesante prólogo de Gloria Álvarez.
Los diez principios que dan nombre a la obra son: 1) El valor es subjetivo; 2) Los contratos voluntarios benefician a ambas partes; 3) Los precios son sagrados; 4) La inflación es un fenómeno monetario; 5) Los controles de precios son remedios peores que la enfermedad; 6) El gasto y los impuestos deben ser bajos, el presupuesto equilibrado; 7) El mercado produce y distribuye, no es necesaria la redistribución; 8) El capitalismo es la mejor receta contra la pobreza; 9) El bienestar individual “es amigo” del bienestar social; 10) Las instituciones importan.
El solo enunciado de estos temas ya explica sin mayor esfuerzo el espíritu de la obra.
No hay que ser demasiado experto para saber que el valor es subjetivo. De otro modo un Picasso no podría valer más que un Jumbo.
Que el capitalismo es la mejor receta contra la pobreza está a la vista en las naciones más prósperas de la Tierra. Pero, si quisiéramos ahondar en este tema, podríamos decir que no hay riqueza que se pueda distribuir sin su previa creación. Y no es cierto que los menos favorecidos se beneficien por un supuesto «derrame” sino por un manifiesto «arrastre ascendente».
Viajo sola. De Samuel Bjok.
Excelente novela negra, esta vez noruega, pero del mismo tenor que la serie Millenium. Muchas historias que, al principio, parecen aisladas entre sí, pero que finalmente concuerdan en la resolución de un difícil caso de asesinatos en serie de niñas de seis años. Muchos sospechosos que, al final, terminan siendo culpables, pero de cuestiones accesorias. El menos sospechado de todos resulta ser el malvado, como suele ocurrir es obras de este género.
Por qué fracasan los países. De Acemoglu, D; Robinson, J.
Los autores explican, desde su óptica, los porqués de las enormes desigualdades en el desarrollo y prosperidad que se encuentran entre las diferentes naciones del planeta. Basan su hipótesis en la existencia de instituciones políticas y económicas inclusivas o extractivas. Las primeras, mediante instituciones sólidas y confiables, garantizan la participación en la política de todos los estratos sociales y, también, aseguran los derechos de propiedad y fomentan la iniciativa e innovación privadas, al darle a la población la seguridad de que vale la pena el esfuerzo y de que no serán despojados de los frutos de su trabajo.
Por su parte, las instituciones extractivas se basan en el dominio de ciertas élites sobre la mayoría de la población mediante estructuras como la esclavitud, la servidumbre y otras formas de sojuzgamiento.
Muestra muchos casos de uno y otro modelo y podemos ver cómo, en la mayoría de los países de África subsahariana, al retirarse las potencias coloniales a mediados del siglo XX, las nuevas autoridades no tardaron en adueñarse y explotar en beneficio propio esas mismas estructuras, llegando en muchos casos a situaciones de mayor pobreza y atraso que en la época colonial.
Es muy interesante también el análisis que hace de la conquista y colonización de América y la enorme diferencia entre las colonias británicas y las españolas. Así fue que, Inglaterra, para fines del siglo XV, cuando Colón llega por primera vez a América, estaba mucho menos desarrollada que España y Portugal. Su flota no se podía comparar con la estas potencias, por eso, cuando se larga a colonizar América, más de un siglo más tarde, solo le quedan los territorios del Norte, notablemente menos poblados y con un desarrollo muy inferior a Centro y Sudamérica. Allí no había suficientes indígenas para explotar ni tampoco abundaban los metales preciosos. Esta razón, y no otra, fue la que obligó a los colonizadores del Norte a labrar ellos mismos la tierra. Ello, sumado al mayor desarrollo de las instituciones inclusivas de Inglaterra, hicieron que rápidamente estos primeros colonizadores se rebelaran contra la autoridad real y declarasen la independencia. Las instituciones creadas fueron de “abajo hacia arriba” y nacieron inclusivas. No ocurrió lo mismo con los estados del Sur que, merced a la importación de esclavos africanos, instalaron un sistema económico extractivo, basado en la mano de obra barata. Este sistema se manifestó como muy inferior al sistema del Norte en cuanto a desarrollo. Los autores citan, con profusión de detalles, los casos de muchísimos países de todos los continentes que confirman sus teorías. Es así que países tan disímiles como Botswuana y Argentina, o Japón y Simbabue y muchos otros más, caen en estos análisis.
Algunas citas:
Los países fracasan hoy en día porque sus instituciones económicas extractivas no crean los incentivos necesarios para que la gente ahorre, invierta e innove. Las instituciones políticas extractivas apoyan a las instituciones económicas extractivas para consolidar el poder de quienes se benefician de la extracción. Las instituciones políticas y económicas extractivas, aunque varíen en detalles bajo distintas circunstancias, siempre están en el origen de este fracaso. En muchos casos, por ejemplo, corno veremos en Argentina, Colombia y Egipto, este fracaso adopta la forma de falta de actividad económica suficiente, porque los políticos están encantados de extraer recursos o de aplastar cualquier tipo de actividad económica independiente que los amenace a ellos y a las élites económicas.
Otra:
Marx imaginaba un sistema que generaría prosperidad con condiciones más humanas y sin desigualdades. Lenin y su Partido Comunista se inspiraron en Marx, pero la práctica no podría haber sido más distinta de la teoría. La Revolución bolchevique de 1917 fue sangrienta y no hubo nada de humano en ella. La igualdad no formaba parte de la ecuación, puesto que lo primero que Lenin y su séquito hicieron fue crear una élite nueva, ellos mismos, para liderar el Partido Bolchevique. En este proceso, purgaron y asesinaron no únicamente a elementos no comunistas, sino también a otros comunistas que habrían podido amenazar su poder. Sin embargo, las verdaderas tragedias estaban a punto de llegar: primero, con la guerra civil y, posteriormente, con la colectivización y las frecuentes purgas de Stalin, en las que se pudo haber asesinado hasta 40 millones de personas. El comunismo ruso fue brutal, represivo y sangriento, pero no fue el único. Las consecuencias económicas y el sufrimiento humano eran bastante típicos de lo que ocurrió en otros lugares, por ejemplo, en Camboya en los setenta bajo los jemeres rojos, en China y en Corea del Norte. En todos los casos, el comunismo conllevó dictaduras despiadadas y abusos generalizados de los derechos humanos. Además de la masacre y el sufrimiento humano, los regímenes comunistas establecieron varios tipos de instituciones extractivas.
El caso de Botsuana:
[Durante los últimos] cuarenta y cinco años, Botsuana se convertiría en uno de los países con crecimiento más rápido del mundo. Hoy en día, tiene la renta per cápita más elevada del África subsahariana, y está en el mismo nivel que países prósperos de Europa oriental como Estonia y Hungría y que las naciones latinoamericanas de más éxito, como Costa Rica. ¿Cómo rompió el molde Botsuana? Desarrollando rápidamente instituciones políticas y económicas inclusivas después de la independencia. Desde entonces, ha sido democrática, celebra elecciones regulares y competitivas y nunca ha experimentado una guerra civil ni una intervención militar. El gobierno estableció instituciones económicas que hicieron respetar los derechos de propiedad, garantizaron la estabilidad macroeconómica y fomentaron el desarrollo de una economía de mercado inclusiva.
Más:
Existen diferencias enormes en el nivel de vida alrededor del mundo. Incluso los ciudadanos más pobres de Estados Unidos tienen rentas y acceso a sanidad, educación, servicios públicos y oportunidades económicas y sociales que son muy superiores a las disponibles para la amplia masa de la población que vive en el África subsahariana, el sur de Asia y América Central. El contraste entre las dos Coreas, [...] y entre Estados Unidos y México nos recuerda que se trata de fenómenos relativamente recientes. Hace quinientos años, México [...] sin duda era más rico que los Estados del norte, y Estados Unidos no superó a México hasta el siglo XIX. [...] Corea del Norte y Corea del Sur, desde el punto de vista económico, social y cultural, eran un todo indistinguible antes de que el país fuera dividido siguiendo el paralelo 38 después de la segunda guerra mundial. [...] Para nuestra teoría, es crucial la relación entre prosperidad e instituciones políticas y económicas inclusivas. Las instituciones económicas inclusivas que hacen respetar los derechos de propiedad crean igualdad de oportunidades y fomentan la inversión en habilidades y nuevas tecnologías. Éstas conducen más al crecimiento económico que las instituciones económicas extractivas, estructuradas para extraer recursos de la mayoría para un grupo reducido y que no protegen los derechos de propiedad ni proporcionan incentivos para la actividad económica.
La crítica que le hago a la obra es que se extiende demasiado en el detalle de los ejemplos que nos presenta. Por lo demás, es muy recomendable.
Revolución. De Arturo Pérez Reverte
Notable recorrida por los avatares de la Revolución mexicana de principios del siglo XX. En forma de novela, cuenta la historia de un joven español, ingeniero en minas, que se encontraba en México por su trabajo en una compañía minera hispano mexicana se ve atrapado, sin proponérselo, en el bando de Pancho Villa, merced a sus habilidades con explosivos. Los hechos lo van llevando, sin que se opusiera, a una increíble aventura en la que la vida podía perderse a la vuelta de cualquier esquina. Fiel a lo que se espera de él, esta novela de Pérez Reverte, hace honor a sus antecedentes.
Los otros muertos. De Carlos Manfroni y Victoria Villarruel
Los autores intentan rescatar la memoria de los hechos terribles cometidos por las organizaciones terroristas en la década de los 70. Lo hacen contando pormenorizadamente el calvario de esas familias destrozadas por la insania de quienes, mesiánicamente, suponían encarnar las virtudes de ese pueblo al que, sin embargo, no se molestaban en consultar. Mesianismo que los llevó a justificar los medios más atroces en aras de ese «sublime fin» al que aspiraban. Aunque el fin resultó darse la gran vida en Europa con el producto de los secuestros extorsivos cuando fueron derrotados en el terreno que ellos mismos eligieron para sus tropelías. Desgarradores relatos donde los propios sobrevivientes de aquellos horrores cuentan cómo vivieron esas luctuosas horas y cómo fueron sus vidas posteriormente. [...] Y, tal como sostengo reiteradamente, la diferencia con los militares del proceso fue solo cuantitativa. Y no solo eso, sino que muchos de sus atentados con bombas mataron a personas (algunos niños pequeños) que ni siquiera formaban parte de sus perversos objetivos. Y no podían ignorar que las bombas no son selectivas en sus efectos. La obra es un alegato reclamando la reconstrucción de una memoria que, claramente, es selectiva y sectaria. La segunda mitad de libro trae una recopilación de todas las víctimas (entre muertos, heridos o secuestrados) con la fecha y la organización terrorista que la efectuó.
País de las sombras largas. Hans Ruesch
Se suele volver a leer libros que le han parecido estupendos, pero que con el correr de los años uno teme que no le parezcan tanto. No es este el caso. Me pareció tan bueno como la primera vez. El autor nos introduce en las costumbres, en la geografía y en la fauna de las regiones boreales extremas, donde los esquimales han desarrollado una cultura que, tal vez inevitablemente, se va perdiendo, si es que no se ha perdido del todo. Hace gala de unos conocimientos tan profundos de todo lo relacionado a la vida de estos notables personajes, tan perfectamente adaptados a un medio ambiente tan inhóspito, que cuesta creer que sea posible. Lectura para todas las edades.
El marxismo. De Henri Lefebvre.
Mucha filosofía poco comprensible para llegar de golpe a afirmaciones como que, con el comunismo, se terminará con las contradicciones de la sociedad humana o que el devenir «natural» de la sociedad, luego de pasar por los estadios de esclavitud, servidumbre feudal y capitalismo, inevitablemente llevará a ese estado superior que es el sistema marxista. Allí, por arte de encantamiento y de la mano del proletariado (siempre esclarecido y esclarecedor), estaremos en un mundo sin conflictos ni contradicciones, donde las tareas de dirección y planificación estarán en manos de los mejor dotados que, en virtud de una meritocracia no explicada, llegarán –tal vez por decantación natural– a los puestos de mando. El Hombre Nuevo surgirá, generoso y desprendido para ejecutar esa soñada realidad…
Hermosa expresión de deseos totalmente alejada de la realidad observable y que no explica cómo el Hombre Nuevo se despojará de todos sus instintos naturales que la evolución le proporcionó.
Las huellas del mal. De Federico Andahazi
Excelente experiencia por ser la primera lectura que hago del autor. Sin ser una biografía de Juan Vucetich, trae, sin embargo, una reseña cronológica de los avatares de su primera juventud. Pero la historia se centra en la investigación de un doble homicidio cometido en Necochea a fines del siglo XIX. Y es el primer caso en el mundo que se resuelve gracias al sistema dactiloscópico creado por Vucetich. Sobre un caso real, el autor nos regala una ficción muy bien narrada que nos mantiene permanentemente atrapados en su trama. No sabemos a ciencia cierta cuáles de sus pasajes y personajes son reales y cuáles inventados por el autor. Pero, para eso son las ficciones y eso le agrega un condimento adicional; uno sabe que los personajes centrales son reales, pero el resto…
2 comentarios:
Mirta nos dijo:GRACIAS! Como de costumbre un placer.Yo no comento las mías xq al lado de las tuyas las mías son de una vacuidad supina.(pero a mí me distrae).
Elsa nos dijo:
He leído con mucho interés y placer tus comentarios y como siempre tengo que felicitarte por la claridad de tus textos que invitan a leer todo!
Debo confesar que solo dos autores me son familiares y tienen toda mi admiración.
Federico Andahazi y Arturo Pérez Reverte. No me cabe la menor duda que Revolución y Las huellas del mal deben ser muy buenos. Los temas me atraen y voy a ver de conseguirlos en la biblioteca. Aunque también Bjok sounds excellent !
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