martes, 6 de junio de 2023

El vaso está medio lleno o está medio vacío

Ante un vaso con agua hasta la mitad, habrá quien diga que está medio lleno y quien que diga que está medio vacío. No por trillada, esta frase deja de ser ilustrativa acerca de la importancia que tiene el punto de vista de quien hace una afirmación cualquiera. No podríamos decir que miente ninguno de ellos y sin embargo están describiendo un mismo hecho con miradas distintas. En política esto ocurre a diario y, ante una misma medida, vemos a quienes aplauden con sinceridad y quienes critican duramente.

Un poco de historia

Antiguamente, antes de que se desarrollara el método científico, bastaba con que alguien alcanzara el prestigio suficiente para que su palabra tuviese el valor de la verdad incuestionable.

Vesalio fue un destacado anatomista del siglo XVI a quien se le atribuye la siguiente frase: 

Si no fuera porque Aristóteles dijo que los nervios salen del corazón, diría que salen del cerebro, que es lo que yo he visto en los cadáveres.

Entre otras cuestiones, se atrevió a estudiar y enseñar anatomía tomando como fuente de conocimientos los cadáveres humanos y no los textos clásicos, fundamentalmente de Galeno, pero también de Aristóteles –a juzgar por su frase– en la que podemos apreciar todo el peso de la palabra de quien era tenido como la encarnación de la sabiduría. Si analizamos su contenido, podremos conjeturar que lo dijo con una sabia ironía, teniendo en cuenta que, por entonces, había una Inquisición que respaldaba los dogmas ¡y con eso no se jugaba!

El desarrollo del método científico (que se produjo unos 100 años después de Vesalio) establece, entre otras cosas, la observación minuciosa, la experimentación, la repetición de las experiencias y la publicación, para toda la comunidad científica, de los métodos de trabajo, así como de los materiales empleados, para que cualquiera pueda repetir estas experiencias y refutarlas, si fuera el caso. 

Por estas razones es que hoy, en cualquier trabajo científico que se publica, después de un sumario donde se explica de qué se trata la cuestión, inmediatamente viene un apartado que se titula “Material y métodos”, donde se describen detalladamente los elementos y técnicas utilizadas y finaliza con los resultados y las conclusiones a las que el autor ha arribado. 

¿Y en la política?

Lamentablemente, no se aplican criterios semejantes en la política y vemos a diario cómo se insiste en repetir experiencias que han fracasado reiteradamente, solo porque, quien las aplica, tiene la convicción de que son buenas o exitosas, sin preocuparse ni poco ni mucho por contrastar sus opiniones con hechos verificados o verificables en la realidad. Y quienes sufren las consecuencias, no suelen criticar a quien consideran depositario de Verdades y Virtudes cuasi religiosas.

Siempre pensé que la política es demasiado “etérea” para mi comprensión: es poco ciencia y mucha interpretación subjetiva de la realidad. Un mismo hecho o logro de gestión será interpretado como una genialidad o como un desastre, dependiendo de la afinidad o aversión que se tenga por quien lo realiza.

Siempre pensé que lo ideal sería que se tomasen ciertos indicadores para cada ramo de la administración, evaluando la situación real del momento (sin índices mentirosos) y se asumieran ciertos compromisos de mejora. Para esto sería de desear que hubiese algún consenso en las distintas fuerzas políticas para asumir los compromisos. La diferencia entre unos y otros, estaría dada por las herramientas o las políticas que se proponen para lograrlo.

Algunos ejemplos: en el área de educación se podría tomar el porcentaje de egresados de cada ciclo frente a la cantidad de ingresados, los índices de repitencia o la capacidad de lectura comprensiva; en economía, los índices de pobreza, o la inflación. En materia de salud, podría ser la mortalidad infantil, así como en seguridad el porcentaje de delitos por cada cien mil habitantes. En este rubro, también sería bueno que se auditara y midiera la eficiencia del sistema carcelario.

Creo que ninguna fuerza política debería estar en desacuerdo en tomar en cuenta la mayoría de estos indicadores, al menos en lo discursivo. Pero la gran utilidad sería que, ante un posible fracaso, habida cuenta del compromiso asumido en la campaña electoral, los funcionarios tendrían que dar cuenta ante la ciudadanía y esta, a su vez, podría ver claramente los avances o retrocesos verificados en cada área, para poder emitir juicio, sobre bases concretas y no discursivas, acerca de lo mucho o poco acertada que ha sido la gestión. Por supuesto que habría algunos índices en los que no todos estarían de acuerdo en asumir, y eso haría también la diferencia a la hora de votar. Todo esto es válido solo para votantes reflexivos, que de los otros también los hay y muchos.

Mucho mejor que yo, lo dice Enrique Szewach, en su libro La trampa populista:

Un sueño republicano sería el de tener, en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso, una propuesta del Presidente de La Nación sobre metas cuantitativas de gestión para cada ministerio para ese año. Poder seguir esas metas, controlarlas a través de información pública y, eventualmente, pedir explicaciones por los desvíos que puedan presentarse, sería deseable. Obviamente, se trata de un sueño, pero pone de manifiesto lo débil que resulta hoy la relación entre la acción de los funcionarios públicos y el control ciudadano si se la compara con lo que pueden solicitar o exigir accionistas de una S.A. a su Directorio. 

Cuanto más lejos estemos de ese ideal, cuanto menos poder tengan los ciudadanos para evaluar la capacidad de los funcionarios para ejercer sus cargos, más fácil les será a los gobernantes en general y a los populismos en particular persistir en el engaño y la estafa. 



3 comentarios:

Charles dijo...

Mirta nos dijo:
una gran verdad.

Chechu G dijo...

Un texto donde de manera sencilla se explica que con poco podemos hacer mucho.... pero es imprescindible la voluntad !! Algo que nuestros políticos no tienen!! Muy bueno!!!

Cristina dijo...

Como de costumbre, muy buen analisis del panorama!

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