sábado, 24 de junio de 2023

Los dogmas y la realidad


En política hay teorías que, de tan bonitas, pasan a ser poéticamente seductoras, a tal punto que, muchos de sus adherentes, no dejan de suscribir a ellas, aunque sean refutadas reiteradamente por la realidad.

¿De qué otra forma se podría, todavía hoy, estar enamorado del régimen imperante en Cuba? El romanticismo de la gesta de Sierra Maestra (¡qué seductor resultó el derrocamiento del régimen de Batista!) y el misticismo de los primeros años de la Revolución, produjeron ciertos frutos que enamoraron a más de una generación de jóvenes del mundo entero y, en particular, latinoamericanos. Todos podemos recordar la gesta de la educación que, en pocos años casi erradicó el analfabetismo de la isla, logro que aún perdura (no obstante, hay que recordar que Cuba ostentaba uno de los mayores índices de alfabetización antes de la revolución). También en el área de salud, según promociona la propaganda del régimen, los progresos fueron importantes, si les vamos a creer todo lo que dicen. Pero, si analizamos, estos logros no parecen muchos, luego de más de 50 años de continuidad del régimen y al precio de perder libertad de pensamiento y de tránsito, entre otras, sobre todo si analizamos el nivel de privaciones de todo orden que sufren los ciudadanos comunes de la gran isla caribeña. El famoso bloqueo impuesto por USA, no es muy efectivo ya que Cuba puede comerciar con casi todos los países del mundo, pero le sirve al régimen como formidable excusa para enmascarar su rotundo fracaso. Una de las inconsistencias del régimen consiste en insultar, desafiar y denostar al vecino y luego andar llorando por los rincones en contra del brutal y genocida bloqueo impuesto. Es como si yo no perdiera ocasión de insultar a la señora de enfrente y luego me quejara de que no me saluda. (Este es un típico caso de gataflorismo; si comercian nos arruinan por “los términos del intercambio”, por la falta de “precios justos”, etc. Si no comercian, es un bloqueo genocida…). Lejos quedaron aquellos vaticinios de Guevara de que, en un lustro, el PBI por habitante de Cuba sería superior al de Italia. Y eso que en la isla hay una continuidad de más de 50 años sin las marchas y contramarchas, tan habituales en nuestros países. Si todo fuese tan idílico como lo plantea la propaganda del régimen, ¿por qué no explican las causas por las que tantos cubanos arriesgaron (y perdieron) la vida en balsas rumbo al odiado imperio? ¿Cómo se explica que no haya miles o, aunque sea, cientos de balseros que se larguen a la aventura desde el continente hacia la isla? Sospecho que la respuesta no saldrá en el Granma.

China, en los últimos 30 años –que coinciden con su apertura por haber dejado de lado la teoría de la dependencia– pudo reducir la pobreza extrema en un porcentaje significativo (y, en China, los porcentajes involucran a muchos millones de personas). Mientras tanto, América Latina en igual período, logró una muy modesta reducción de tales porcentajes y eso cuando se logró. Desde luego que América Latina es un conjunto heterogéneo en el que hay distintos modelos políticos y por tanto las causas y los remedios también serán distintos. Pero tenemos una constante que son las políticas progres y la teoría de la “liberación o dependencia” que están encarnadas en las mentes de nuestros compatriotas y de las que casi ningún país escapa. No veo yo otra dependencia que la que tenemos dentro de nuestras propias mentes que no nos permite, en general, poner en duda los dogmas –que, como todo dogma, no admite cuestionamientos–. Entonces, aunque la realidad nos muestre una y mil veces, con la elocuencia de los hechos, que el camino del progreso y la prosperidad, no se logra con nuestras recetas, seguiremos persistiendo en la senda que nos marca la doctrina grabada a fuego en nuestras neuronas.

Vemos la insistencia con que algunos países (hoy muchos menos, por suerte) pretenden tejer alianzas con países cuyos gobiernos estén políticamente alineados con Venezuela, Cuba y demás. ¿Cómo le fue a Cuba enfrentándose al Imperio? ¿Y cómo le fue a Corea del sur aliándose con él? A Canadá, cuyo único país limítrofe es USA, con el que comparte la frontera más larga del mundo, y con quien mantiene estrechísimas relaciones, ¿le va peor que a Cuba? Los resultados están a la vista. Ni hablar del crecimiento de México al haber firmado convenios comerciales con el gran vecino.

Hacia principios de los 70 del siglo pasado, Corea del Sur tenía una población mayoritariamente agrícola y una economía de subsistencia.  Su PBI por habitante era muy inferior al de Argentina y todavía en la década del 80 del siglo XX, dicho indicador era semejante al nuestro. Hoy, el PBI/h de Corea del sur es de 33.000 U$S y el nuestro es de unos 13.000 (datos de 2022). Bastante pobre nuestro desempeño. Tengamos en cuenta que Corea cuenta con un territorio semejante al de nuestra provincia de Catamarca con una población algo mayor que la del total de Argentina; es decir que contamos con una situación “de largada” mucho más favorable. ¿Fue con recetas populistas, renegando y aislándonos del “imperio” que logró todo esto o, más bien, todo lo contrario?

Podemos agregar que hoy, hasta Chile, que no aplica nuestras recetas progres (a pesar de que, parece estar abandonando la buena senda), nos supera, cuando hace pocas décadas, estaba muy por debajo de nosotros. 

¿Y Japón? Este es un país que fue derrotado en forma incondicional por la potencia imperial más poderosa de la historia, no quedando prácticamente piedra sobre piedra que no haya sido arrasada. Y, sin embargo, no salieron adelante aislándose ni enfrentándose con quienes lo derrotaron y arrasaron militarmente. He oído a ciertos dirigentes de izquierda mencionar, entre burlones y despectivos, que la Constitución actual de Japón fue «dictada por USA». Aún si así fuese. ¿cómo le fue con esa constitución liberal?

Todos estos exitosos países, además, tienen como común denominador, un sistema de educación que es envidiable y que obtiene resultados medibles; se someten a pruebas internacionales confiables y no se basan en la declaración de los funcionarios de turno. Eso es algo que tuvimos y que supimos destruir. 

Busquemos algún ejemplo de países que, como el nuestro, insisten reiteradamente en sus políticas intervencionistas y populistas, que hayan salido adelante en forma sostenida y sustentable.

Yo no conozco ejemplos al respecto. Tal vez los haya…

martes, 6 de junio de 2023

El vaso está medio lleno o está medio vacío

Ante un vaso con agua hasta la mitad, habrá quien diga que está medio lleno y quien que diga que está medio vacío. No por trillada, esta frase deja de ser ilustrativa acerca de la importancia que tiene el punto de vista de quien hace una afirmación cualquiera. No podríamos decir que miente ninguno de ellos y sin embargo están describiendo un mismo hecho con miradas distintas. En política esto ocurre a diario y, ante una misma medida, vemos a quienes aplauden con sinceridad y quienes critican duramente.

Un poco de historia

Antiguamente, antes de que se desarrollara el método científico, bastaba con que alguien alcanzara el prestigio suficiente para que su palabra tuviese el valor de la verdad incuestionable.

Vesalio fue un destacado anatomista del siglo XVI a quien se le atribuye la siguiente frase: 

Si no fuera porque Aristóteles dijo que los nervios salen del corazón, diría que salen del cerebro, que es lo que yo he visto en los cadáveres.

Entre otras cuestiones, se atrevió a estudiar y enseñar anatomía tomando como fuente de conocimientos los cadáveres humanos y no los textos clásicos, fundamentalmente de Galeno, pero también de Aristóteles –a juzgar por su frase– en la que podemos apreciar todo el peso de la palabra de quien era tenido como la encarnación de la sabiduría. Si analizamos su contenido, podremos conjeturar que lo dijo con una sabia ironía, teniendo en cuenta que, por entonces, había una Inquisición que respaldaba los dogmas ¡y con eso no se jugaba!

El desarrollo del método científico (que se produjo unos 100 años después de Vesalio) establece, entre otras cosas, la observación minuciosa, la experimentación, la repetición de las experiencias y la publicación, para toda la comunidad científica, de los métodos de trabajo, así como de los materiales empleados, para que cualquiera pueda repetir estas experiencias y refutarlas, si fuera el caso. 

Por estas razones es que hoy, en cualquier trabajo científico que se publica, después de un sumario donde se explica de qué se trata la cuestión, inmediatamente viene un apartado que se titula “Material y métodos”, donde se describen detalladamente los elementos y técnicas utilizadas y finaliza con los resultados y las conclusiones a las que el autor ha arribado. 

¿Y en la política?

Lamentablemente, no se aplican criterios semejantes en la política y vemos a diario cómo se insiste en repetir experiencias que han fracasado reiteradamente, solo porque, quien las aplica, tiene la convicción de que son buenas o exitosas, sin preocuparse ni poco ni mucho por contrastar sus opiniones con hechos verificados o verificables en la realidad. Y quienes sufren las consecuencias, no suelen criticar a quien consideran depositario de Verdades y Virtudes cuasi religiosas.

Siempre pensé que la política es demasiado “etérea” para mi comprensión: es poco ciencia y mucha interpretación subjetiva de la realidad. Un mismo hecho o logro de gestión será interpretado como una genialidad o como un desastre, dependiendo de la afinidad o aversión que se tenga por quien lo realiza.

Siempre pensé que lo ideal sería que se tomasen ciertos indicadores para cada ramo de la administración, evaluando la situación real del momento (sin índices mentirosos) y se asumieran ciertos compromisos de mejora. Para esto sería de desear que hubiese algún consenso en las distintas fuerzas políticas para asumir los compromisos. La diferencia entre unos y otros, estaría dada por las herramientas o las políticas que se proponen para lograrlo.

Algunos ejemplos: en el área de educación se podría tomar el porcentaje de egresados de cada ciclo frente a la cantidad de ingresados, los índices de repitencia o la capacidad de lectura comprensiva; en economía, los índices de pobreza, o la inflación. En materia de salud, podría ser la mortalidad infantil, así como en seguridad el porcentaje de delitos por cada cien mil habitantes. En este rubro, también sería bueno que se auditara y midiera la eficiencia del sistema carcelario.

Creo que ninguna fuerza política debería estar en desacuerdo en tomar en cuenta la mayoría de estos indicadores, al menos en lo discursivo. Pero la gran utilidad sería que, ante un posible fracaso, habida cuenta del compromiso asumido en la campaña electoral, los funcionarios tendrían que dar cuenta ante la ciudadanía y esta, a su vez, podría ver claramente los avances o retrocesos verificados en cada área, para poder emitir juicio, sobre bases concretas y no discursivas, acerca de lo mucho o poco acertada que ha sido la gestión. Por supuesto que habría algunos índices en los que no todos estarían de acuerdo en asumir, y eso haría también la diferencia a la hora de votar. Todo esto es válido solo para votantes reflexivos, que de los otros también los hay y muchos.

Mucho mejor que yo, lo dice Enrique Szewach, en su libro La trampa populista:

Un sueño republicano sería el de tener, en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso, una propuesta del Presidente de La Nación sobre metas cuantitativas de gestión para cada ministerio para ese año. Poder seguir esas metas, controlarlas a través de información pública y, eventualmente, pedir explicaciones por los desvíos que puedan presentarse, sería deseable. Obviamente, se trata de un sueño, pero pone de manifiesto lo débil que resulta hoy la relación entre la acción de los funcionarios públicos y el control ciudadano si se la compara con lo que pueden solicitar o exigir accionistas de una S.A. a su Directorio. 

Cuanto más lejos estemos de ese ideal, cuanto menos poder tengan los ciudadanos para evaluar la capacidad de los funcionarios para ejercer sus cargos, más fácil les será a los gobernantes en general y a los populismos en particular persistir en el engaño y la estafa. 



sábado, 20 de mayo de 2023

Las sonseras nuestras de estos días


Recuerdo haber leído hace muchas décadas el Manual de Zonceras argentinas de Arturo Jauretche, obra esta cargada de ingenio e ironías, que me cautivó, aunque hoy, al releerla, no concuerde con muchas de sus afirmaciones. Más recientemente, el inefable Aníbal Fernández hizo lo propio y me excuso de hacer comentarios. Pero, si AF lo hizo; ¿por qué no podría yo hacer otro tanto? 

Una aclaración ortográfica: escribo sonseras y no zonceras com Jauretche, porque es completamente válido para nuestra forma de pronunciar la "Z".

La distribución de dádivas

Hace varias décadas, un famoso presidente y su esposa regalaban (con el dinero de todos) bicicletas, pelotas o muñecas a los niños. Niños que, ahora, son abuelos. Y sus nietos se apegan a esos recuerdos y votan en consecuencia. Esa supuesta generosidad llevó a que en pocos años se esfumara esa riqueza acumulada en períodos anteriores. Hoy, reparten «planes sociales» en vez de bicicletas, también con nuestro dinero. Y lo que es peor, es que nos llevaron a que esos planes sean necesarios por haber destruido la cultura del trabajo. Y todo para maquillar la pobreza e indigencia resultantes de tales actitudes.

Los logros sindicales

Cuando un sindicalista de un gremio con poder de fuego (léase aquellos gremios que, como camioneros, pueden paralizar el país) logra imponer a las cámaras empresarias correspondientes un aumento notable. 

No faltará quien diga «¡Qué gran sindicalista es fulano, miren lo que logró para sus afiliados!». Estos empresarios trasladarán inmediatamente esos mayores costos al precio de venta de su producto o servicio… y el resto de los consumidores pagaremos con mayor carestía ese «logro» sindical.

Los aumentos por decreto 

De vez en cuando, algún funcionario sensible se conduele con las necesidades de su amado pueblo y emite el consabido «decretazo» mediante el que otorga un generoso aumento. 

Todo aumento que no venga de la mano de mayor eficiencia o productividad, invariablemente redundará en perjuicio de aquellos a los que se pretende beneficiar, tal vez no en lo inmediato, porque solo hará que aumenten los costos de los empleadores y lo trasladarán a los precios. 

Pero el funcionario pasará a la historia como el alma noble que otorgó ese «beneficio».

Pero no hay dudas de que estas políticas rinden beneficios electorales. Es así que, todavía hoy, hay quienes tienen su voto cautivo de aquel que, a su abuelo o abuela, les regaló la primera bicicleta, pelota, muñeca o máquina de coser. 


La protección de la industria nacional

Hace muchas décadas que en nuestro país se «protege» a la industria nacional con barreras arancelarias a los productos de importación que podrían hacerle competencia. Lo que se logró, con esas medidas, es tener una industria raquítica que, salvo en contadas excepciones, no puede competir con los productos de importación. Y, además, nos obliga a los consumidores a pagar más por productos que suelen ser inferiores. Ese dinero que pagamos de más, podríamos destinarlo a consumir otros bienes elaborados mediante procesos más eficientes. ¡Y todos saldríamos ganando! Con las políticas actuales, los que ganan son los denominados «empresaurios» que salen beneficiados por un mercado consumidor cautivo (y los políticos que lo permiten). 


Las autopercepciones

Hoy en día se pretende (y se logra) imponer incluso con fuerza de ley el respeto al «género autopercibido» de una persona. Se pretende que, al dirigirme a un interlocutor, yo tenga que utilizar los artículos, adjetivos y pronombres que correspondan a esa autopercepción, aunque toda su apariencia física no se corresponda con ese anhelo. Claramente no se está respetando la «percepción» que YO pueda tener de esa persona. Por otra parte, quien se autopercibe de un sexo distinto del biológico, con solo manifestarlo, tiene derecho a que su deseo se consigne en el documento. Si un documento es prueba de fe de lo que allí se consigna, estamos ante algo manifiestamente irregular. Con igual criterio, yo podría decir que me autopercibo de 25 años y tendrían que asentarlo en el documento aunque no se corresponda con la realidad.

Por otra parte, para que uno se perciba de cualquier cosa, tiene que tener una idea de qué es esa cosa. Si me autopercibo canguro o rana, tengo que saber que andan a los saltos; si me creo elefante sabemos que tienen una notable trompa. Del mismo modo, sabemos que las mujeres son seres humanos con potencialidad de gestar. A su vez, los varones también somos humanos (aunque algunas feministas parecen ponerlo en duda) con potencialidad de fecundar al sexo opuesto. Si un anoréxico, que está piel y huesos, se autopercibe gordo, creo que no está en su sano juicio. ¿Qué se puede decir de un ser humano con barba, espaldas anchas, voz gruesa y portando pene y testículos (a la vista, por si fuera poco) que se autopercibe mujer?


El lenguaje inclusivo

Está claro que el idioma tiene tantos «dueños» como hablantes hay. Está claro también que todos tenemos el derecho de hablar como se nos venga en gana. Si a los interlocutores les agrada o no nos entienden es otro tema. También es cierto que todos los idiomas cambian y evolucionan «de abajo hacia arriba» y no al revés, a pesar de que muchos, creyendo que son las academias quienes dirigen el lenguaje, pretenden que se incluyan en los diccionarios todas las ensoñaciones que se les ocurren. Si el día de mañana estas estrafalarias formas de hablar hacen carrera y las adopta un número suficiente de hablantes, allí estarán los diccionarios incorporándolas. Y esto es lo que ocurre y ha ocurrido siempre (en otros tiempos la palabra correcta era "murciégalo". A fuerza de hablar "incorrectamente" se transformó en "murciélago", como la conocemos hoy).

Lo que no resulta razonable ni tolerable es que se quieran imponer por medio de leyes, decretos o resoluciones de las autoridades.


Los inmigrantes

Muchos argentinos somos hijos, nietos o bisnietos de inmigrantes. Inmigrantes que vinieron, mayoritariamente pobres de pobreza absoluta y en pocos años, la mayoría de ellos, gracias a su trabajo y esfuerzo, pudieron lograr distintos grados de prosperidad y mejora social. Todo ello no fue obra de una casualidad, sino que hubo una política seria de inmigración que trascendió a muchos turnos presidenciales. (Invito a quienes se interesen en estos temas a visitar el Museo de los inmigrantes y háganlo con una visita guiada porque, de otro modo, se perderían lo mejor. No se lo pierdan).

Hay otro tipo de inmigración, producto de la falta de una política seria y estudiada al respecto, que viene solo a disfrutar de la salud y educación gratuita que, irresponsablemente, dispensamos y que no es recíproca en ninguno de sus países de origen. Criticar este tema, nos expone inmediatamente a que nos acusen de xenófobos y toda la retahíla de epítetos que ya conocemos.

Quiero dejar en claro que estoy de acuerdo en no negar atención a urgencias que surjan de improviso y que me parece perfectamente aceptable y honorable dispensar todos los beneficios que disfrutamos los argentinos a cualquier inmigrante que esté radicado y trabajando legalmente. Pero lo que no es concebible es que se atienda una enfermedad crónica, un parto programado o se dé educación superior a quienes vienen solo para eso y que, nomás obtenido el tratamiento médico o el título universitario, regresen a sus países a disfrutar de lo que aquí les proporcionamos. ¡Como si nos sobraran recursos!


domingo, 14 de mayo de 2023

Mis lecturas

 El liberalismo económico. De Iván Carrino. 

Apretada síntesis de los principios y conceptos generales del liberalismo. A nivel del ciudadano común. Nos explica la demonización que se hace del concepto de liberalismo al definirlo quienes son sus más acérrimos detractores. Muy atinadas reflexiones acerca de que, defender los intereses personales, redunda en beneficio de la comunidad, cosa que los progres jamás aceptarán. Interesante prólogo de Gloria Álvarez.

Los diez principios que dan nombre a la obra son: 1) El valor es subjetivo; 2) Los contratos voluntarios benefician a ambas partes; 3) Los precios son sagrados; 4) La inflación es un fenómeno monetario; 5) Los controles de precios son remedios peores que la enfermedad; 6) El gasto y los impuestos deben ser bajos, el presupuesto equilibrado; 7) El mercado produce y distribuye, no es necesaria la redistribución; 8) El capitalismo es la mejor receta contra la pobreza; 9) El bienestar individual “es amigo” del bienestar social; 10) Las instituciones importan.

El solo enunciado de estos temas ya explica sin mayor esfuerzo el espíritu de la obra. 

No hay que ser demasiado experto para saber que el valor es subjetivo. De otro modo un Picasso no podría valer más que un Jumbo.

Que el capitalismo es la mejor receta contra la pobreza está a la vista en las naciones más prósperas de la Tierra. Pero, si quisiéramos ahondar en este tema, podríamos decir que no hay riqueza que se pueda distribuir sin su previa creación. Y no es cierto que los menos favorecidos se beneficien por un supuesto «derrame” sino por un manifiesto «arrastre ascendente». 

Viajo sola. De Samuel Bjok.

Excelente novela negra, esta vez noruega, pero del mismo tenor que la serie Millenium. Muchas historias que, al principio, parecen aisladas entre sí, pero que finalmente concuerdan en la resolución de un difícil caso de asesinatos en serie de niñas de seis años. Muchos sospechosos que, al final, terminan siendo culpables, pero de cuestiones accesorias. El menos sospechado de todos resulta ser el malvado, como suele ocurrir es obras de este género. 

Por qué fracasan los países. De Acemoglu, D; Robinson, J.

Los autores explican, desde su óptica, los porqués de las enormes desigualdades en el desarrollo y prosperidad que se encuentran entre las diferentes naciones del planeta. Basan su hipótesis en la existencia de instituciones políticas y económicas inclusivas o extractivas. Las primeras, mediante instituciones sólidas y confiables, garantizan la participación en la política de todos los estratos sociales y, también, aseguran los derechos de propiedad y fomentan la iniciativa e innovación privadas, al darle a la población la seguridad de que vale la pena el esfuerzo y de que no serán despojados de los frutos de su trabajo. 

Por su parte, las instituciones extractivas se basan en el dominio de ciertas élites sobre la mayoría de la población mediante estructuras como la esclavitud, la servidumbre y otras formas de sojuzgamiento.

Muestra muchos casos de uno y otro modelo y podemos ver cómo, en la mayoría de los países de África subsahariana, al retirarse las potencias coloniales a mediados del siglo XX, las nuevas autoridades no tardaron en adueñarse y explotar en beneficio propio esas mismas estructuras, llegando en muchos casos a situaciones de mayor pobreza y atraso que en la época colonial.

Es muy interesante también el análisis que hace de la conquista y colonización de América y la enorme diferencia entre las colonias británicas y las españolas. Así fue que, Inglaterra, para fines del siglo XV, cuando Colón llega por primera vez a América, estaba mucho menos desarrollada que España y Portugal. Su flota no se podía comparar con la estas potencias, por eso, cuando se larga a colonizar América, más de un siglo más tarde, solo le quedan los territorios del Norte, notablemente menos poblados y con un desarrollo muy inferior a Centro y Sudamérica. Allí no había suficientes indígenas para explotar ni tampoco abundaban los metales preciosos. Esta razón, y no otra, fue la que obligó a los colonizadores del Norte a labrar ellos mismos la tierra. Ello, sumado al mayor desarrollo de las instituciones inclusivas de Inglaterra, hicieron que rápidamente estos primeros colonizadores se rebelaran contra la autoridad real y declarasen la independencia. Las instituciones creadas fueron de “abajo hacia arriba” y nacieron inclusivas. No ocurrió lo mismo con los estados del Sur que, merced a la importación de esclavos africanos, instalaron un sistema económico extractivo, basado en la mano de obra barata. Este sistema se manifestó como muy inferior al sistema del Norte en cuanto a desarrollo. Los autores citan, con profusión de detalles, los casos de muchísimos países de todos los continentes que confirman sus teorías. Es así que países tan disímiles como Botswuana y Argentina, o Japón y Simbabue y muchos otros más, caen en estos análisis.

Algunas citas:

Los países fracasan hoy en día porque sus instituciones económicas extractivas no crean los incentivos necesarios para que la gente ahorre, invierta e innove. Las instituciones políticas extractivas apoyan a las instituciones económicas extractivas para consolidar el poder de quienes se benefician de la extracción. Las instituciones políticas y económicas extractivas, aunque varíen en detalles bajo distintas circunstancias, siempre están en el origen de este fracaso. En muchos casos, por ejemplo, corno veremos en Argentina, Colombia y Egipto, este fracaso adopta la forma de falta de actividad económica suficiente, porque los políticos están encantados de extraer recursos o de aplastar cualquier tipo de actividad económica independiente que los amenace a ellos y a las élites económicas.

Otra:

Marx imaginaba un sistema que generaría prosperidad con condiciones más humanas y sin desigualdades. Lenin y su Partido Comunista se inspiraron en Marx, pero la práctica no podría haber sido más distinta de la teoría. La Revolución bolchevique de 1917 fue sangrienta y no hubo nada de humano en ella. La igualdad no formaba parte de la ecuación, puesto que lo primero que Lenin y su séquito hicieron fue crear una élite nueva, ellos mismos, para liderar el Partido Bolchevique. En este proceso, purgaron y asesinaron no únicamente a elementos no comunistas, sino también a otros comunistas que habrían podido amenazar su poder. Sin embargo, las verdaderas tragedias estaban a punto de llegar: primero, con la guerra civil y, posteriormente, con la colectivización y las frecuentes purgas de Stalin, en las que se pudo haber asesinado hasta 40 millones de personas. El comunismo ruso fue brutal, represivo y sangriento, pero no fue el único. Las consecuencias económicas y el sufrimiento humano eran bastante típicos de lo que ocurrió en otros lugares, por ejemplo, en Camboya en los setenta bajo los jemeres rojos, en China y en Corea del Norte. En todos los casos, el comunismo conllevó dictaduras despiadadas y abusos generalizados de los derechos humanos. Además de la masacre y el sufrimiento humano, los regímenes comunistas establecieron varios tipos de instituciones extractivas. 

El caso de Botsuana:

[Durante los últimos] cuarenta y cinco años, Botsuana se convertiría en uno de los países con crecimiento más rápido del mundo. Hoy en día, tiene la renta per cápita más elevada del África subsahariana, y está en el mismo nivel que países prósperos de Europa oriental como Estonia y Hungría y que las naciones latinoamericanas de más éxito, como Costa Rica. ¿Cómo rompió el molde Botsuana? Desarrollando rápidamente instituciones políticas y económicas inclusivas después de la independencia. Desde entonces, ha sido democrática, celebra elecciones regulares y competitivas y nunca ha experimentado una guerra civil ni una intervención militar. El gobierno estableció instituciones económicas que hicieron respetar los derechos de propiedad, garantizaron la estabilidad macroeconómica y fomentaron el desarrollo de una economía de mercado inclusiva. 

Más:

Existen diferencias enormes en el nivel de vida alrededor del mundo. Incluso los ciudadanos más pobres de Estados Unidos tienen rentas y acceso a sanidad, educación, servicios públicos y oportunidades económicas y sociales que son muy superiores a las disponibles para la amplia masa de la población que vive en el África subsahariana, el sur de Asia y América Central. El contraste entre las dos Coreas, [...] y entre Estados Unidos y México nos recuerda que se trata de fenómenos relativamente recientes. Hace quinientos años, México [...] sin duda era más rico que los Estados del norte, y Estados Unidos no superó a México hasta el siglo XIX. [...] Corea del Norte y Corea del Sur, desde el punto de vista económico, social y cultural, eran un todo indistinguible antes de que el país fuera dividido siguiendo el paralelo 38 después de la segunda guerra mundial. [...] Para nuestra teoría, es crucial la relación entre prosperidad e instituciones políticas y económicas inclusivas. Las instituciones económicas inclusivas que hacen respetar los derechos de propiedad crean igualdad de oportunidades y fomentan la inversión en habilidades y nuevas tecnologías. Éstas conducen más al crecimiento económico que las instituciones económicas extractivas, estructuradas para extraer recursos de la mayoría para un grupo reducido y que no protegen los derechos de propiedad ni proporcionan incentivos para la actividad económica.

La crítica que le hago a la obra es que se extiende demasiado en el detalle de los ejemplos que nos presenta. Por lo demás, es muy recomendable.

Revolución. De Arturo Pérez Reverte

Notable recorrida por los avatares de la Revolución mexicana de principios del siglo XX. En forma de novela, cuenta la historia de un joven español, ingeniero en minas, que se encontraba en México por su trabajo en una compañía minera hispano mexicana se ve atrapado, sin proponérselo, en el bando de Pancho Villa, merced a sus habilidades con explosivos. Los hechos lo van llevando, sin que se opusiera, a una increíble aventura en la que la vida podía perderse a la vuelta de cualquier esquina. Fiel a lo que se espera de él, esta novela de Pérez Reverte, hace honor a sus antecedentes.

Los otros muertos. De Carlos Manfroni y Victoria Villarruel

Los autores intentan rescatar la memoria de los hechos terribles cometidos por las organizaciones terroristas en la década de los 70. Lo hacen contando pormenorizadamente el calvario de esas familias destrozadas por la insania de quienes, mesiánicamente, suponían encarnar las virtudes de ese pueblo al que, sin embargo, no se molestaban en consultar. Mesianismo que los llevó a justificar los medios más atroces en aras de ese «sublime fin» al que aspiraban. Aunque el fin resultó darse la gran vida en Europa con el producto de los secuestros extorsivos cuando fueron derrotados en el terreno que ellos mismos eligieron para sus tropelías. Desgarradores relatos donde los propios sobrevivientes de aquellos horrores cuentan cómo vivieron esas luctuosas horas y cómo fueron sus vidas posteriormente. [...] Y, tal como sostengo reiteradamente, la diferencia con los militares del proceso fue solo cuantitativa. Y no solo eso, sino que muchos de sus atentados con bombas mataron a personas (algunos niños pequeños) que ni siquiera formaban parte de sus perversos objetivos. Y no podían ignorar que las bombas no son selectivas en sus efectos. La obra es un alegato reclamando la reconstrucción de una memoria que, claramente, es selectiva y sectaria. La segunda mitad de libro trae una recopilación de todas las víctimas (entre muertos, heridos o secuestrados) con la fecha y la organización terrorista que la efectuó. 

País de las sombras largas. Hans Ruesch

Se suele volver a leer libros que le han parecido estupendos, pero que con el correr de los años uno teme que no le parezcan tanto. No es este el caso. Me pareció tan bueno como la primera vez. El autor nos introduce en las costumbres, en la geografía y en la fauna de las regiones boreales extremas, donde los esquimales han desarrollado una cultura que, tal vez inevitablemente, se va perdiendo, si es que no se ha perdido del todo. Hace gala de unos conocimientos tan profundos de todo lo relacionado a la vida de estos notables personajes, tan perfectamente adaptados a un medio ambiente tan inhóspito, que cuesta creer que sea posible. Lectura para todas las edades.

El marxismo. De Henri Lefebvre.

Mucha filosofía poco comprensible para llegar de golpe a afirmaciones como que, con el comunismo, se terminará con las contradicciones de la sociedad humana o que el devenir «natural» de la sociedad, luego de pasar por los estadios de esclavitud, servidumbre feudal y capitalismo, inevitablemente llevará a ese estado superior que es el sistema marxista. Allí, por arte de encantamiento y de la mano del proletariado (siempre esclarecido y esclarecedor), estaremos en un mundo sin conflictos ni contradicciones, donde las tareas de dirección y planificación estarán en manos de los mejor dotados que, en virtud de una meritocracia no explicada, llegarán –tal vez por decantación natural– a los puestos de mando. El Hombre Nuevo surgirá, generoso y desprendido para ejecutar esa soñada realidad…

Hermosa expresión de deseos totalmente alejada de la realidad observable y que no explica cómo el Hombre Nuevo se despojará de todos sus instintos naturales que la evolución le proporcionó.

Las huellas del mal. De Federico Andahazi

Excelente experiencia por ser la primera lectura que hago del autor. Sin ser una biografía de Juan Vucetich, trae, sin embargo, una reseña cronológica de los avatares de su primera juventud. Pero la historia se centra en la investigación de un doble homicidio cometido en Necochea a fines del siglo XIX. Y es el primer caso en el mundo que se resuelve gracias al sistema dactiloscópico creado por Vucetich. Sobre un caso real, el autor nos regala una ficción muy bien narrada que nos mantiene permanentemente atrapados en su trama. No sabemos a ciencia cierta cuáles de sus pasajes y personajes son reales y cuáles inventados por el autor. Pero, para eso son las ficciones y eso le agrega un condimento adicional; uno sabe que los personajes centrales son reales, pero el resto… 

 



martes, 9 de mayo de 2023

Albert Camus

Algunas frases de Albert Camus, de quien no puede pensarse que sea de derechas o liberal:

Cuando después de Marx, se comenzó a difundir y a fortificar la idea de que la Libertad es un pasatiempo burgués, se trataba ciertamente de una simple confusión de palabras. Y estamos pagando todavía esa confusión en las convulsiones del siglo. 

Otra:

Se ha declarado que primero era necesario la Justicia, y que en cuanto a la Libertad, se vería después, como si los esclavos pudieran esperar obtener Justicia. Intelectuales dinámicos han declarado a los trabajadores, que el pan era lo único que debía interesarles, como si el trabajador no supiera que su pan dependía también de la Libertad.

Hablando del régimen soviético:

Privada poco a poco de la Fuerza que representa la Fe en la Libertad, de la cual se desconfiaba, la revolución perdió aliento, mientras se reforzaba la policía. La esperanza más grande del Mundo fue así esclerosada en la Dictadura más potente del Mundo.

Y sigue:

Si alguien les quita el pan, suprime al mismo tiempo su Libertad. Pero si alguien les quita la Libertad, estén seguros que su pan está amenazado, pues ya no dependerá de ustedes ni de su lucha, sino del arbitrio de un amo. La miseria crece a medida que disminuye la Libertad, y viceversa.

viernes, 28 de abril de 2023

Frases

 

Selección de frases que recopilé y  creo que vale la pena compartir

El crimen de la guerra. De Juan Bautista Alberdi 

El comercio

El comercio, que es el gran pacificador del mundo después del cristianismo, es la industria internacional y universal por excelencia, pues no es otra cosa que el intercambio de los productos peculiares de los pueblos, que permite a cada uno ganar en ello su vida y vivir más confortable, más civilizada, más feliz. [...] Cada tarifa, cada prohibición aduanera, cada requisito inquisitorial de la frontera, es una atadura puesta a los pies del pacificador; es un cimiento puesto a la guerra.

Libertad y riqueza:

La riqueza y la liberad son dos hechos que se suponen mutuamente. Ni puede nacer ni existir la riqueza donde falta la libertad, ni la libertad es comprensible sin la posesión de los medios de realizar su voluntad propia.

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La posmoralidad. Miguel Wiñasky 

El mundo paralelo (el del relato) requiere de la fe de los devotos. 

Los embrujados por el relato prefieren creer a constatar. 

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La virtud del egoísmo Ayn Rand 

Al igual que cualquier otro valor, el amor no es una cantidad estática, disponible que puede ser dividida, sino una respuesta ilimitada y existente que debe ser ganada.

El único fin correcto o moral de un gobierno, es proteger los derechos del individuo: vida, libertad y propiedad.

Para llegar a la ‘virtud de la fe’, hay que abandonar el espíritu crítico.

Elegir entre ser virtuoso o feliz, genera culpa y es a lo que lleva la filosofía del altruismo.

Defender hoy al socialismo ya no se puede considerar un error inocente. Si el motivo es el bienestar del hombre; los resultados horrorizan.

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Libertad: la clave de la prosperidad. Carlos Alberto Montaner 

Ya se sabe, por ejemplo, que no es la riqueza natural lo que explica el éxito de un país montañoso, pequeño y sin acceso al mar, como Suiza; como también puede afirmarse que no es la rapiña imperial lo que ha enriquecido a los países escandinavos o a la remota Nueva Zelanda. Por otra parte, el desarrollo fulminante de los famosos cuatro dragones de Asia (Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán Y Singapur), precedido por el fenómeno asombroso de Japón, ha demostrado que el acceso a la prosperidad no constituye un privilegio reservado a los pueblos de origen europeo o de raza blanca. 

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De animales a dioses. Yuval Noah Harari  

No hay ninguna posibilidad de que la gravedad deje de funcionar mañana, aunque la gente deje de creer en ella. Por el contrario, un orden imaginario se halla siempre en peligro de desmoronarse, porque depende de mitos, y los mitos se desvanecen cuando la gente deja de creer en ellos.

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Steve Jobs:

En cualquier etapa de la vida en la que te encuentres ahora, agradece y disfruta al máximo de las pequeñas cosas y atesora el Amor de tu pareja, tu familia y tus amigos, para que cuando llegue el día en que baje el telón, puedas llevar contigo la verdadera riqueza de este mundo.

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Ramón y Cajal. José María López Piñero

De esa obra tomo el siguiente párrafo, cuando este famoso histólogo español opina acerca de la naturaleza humana, a fines de la Primera Guerra Mundial:

Vaya por delante la declaración de que yo tengo muy pobre idea del hombre y de su civilización. Para mí la raza humana solo ha creado dos valores dignos de estima: la ciencia y el arte. En lo demás continúa siendo el último animal de presa aparecido. Y como animal de malos instintos, conjeturo que, cualquiera que sea el resultado de la monstruosa lucha, cambiarán muy poco las normas ideales y morales de la Humanidad… [...] Dentro de veinte o treinta años, cuando los huérfanos de la guerra mundial actual sean hombres, se repetirá la estúpida matanza.

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Anónimo:

Siempre que llovió, paró.




lunes, 17 de abril de 2023

Reflexiones propias y ajenas

Los países más desarrollados del planeta

Algunos de lo países más desarrollados del planeta, a comienzos del siglo XX estaban a la par de Argentina en muchísimos parámetros que se pudieran analizar para medir la prosperidad de un pueblo. 

Sin ir tan lejos en el tiempo, en extremo oriente y en ciertos países de Europa, hace tan solo 70 años, había sociedades muy pobres, con economías agrarias de subsistencia y que ahora muestran situaciones económicas muchísimo más prósperas que la nuestra.

Hoy, si nos comparamos con cualquiera de esos países, tendríamos que ponernos a llorar o, al menos, a reflexionar seriamente qué hicimos tan mal o, lo que es lo mismo, qué es lo que ellos hicieron tan bien.

Corea del Sur, que hace unos 60 años salía de una guerra, pasó de ser un país muy pobre a lo que hoy es, que no necesita mayores comentarios. Ni hablar de Japón o Alemania, literalmente devastados luego de la 2ª Guerra Mundial y que hoy son verdaderas potencias industriales y económicas. No olvidemos que estos tres países copiaron el modelo económico y de independencia de poderes del «Imperio Yanky». Ni qué decir de Japón, rendido incondicionalmente al odiado imperio y, sin embargo, allí los vemos mostrando sus logros y la prosperidad de sus pueblos.

Yendo a ejemplos más cercanos, no creo que hace tan solo medio siglo haya habido en el subcontinente otro país con más logros en lo social, económico y educativo que el nuestro. Lamentablemente, hoy, no podemos decir lo mismo.

Seguramente habrá variadas recetas para salir de la situación en la que nos encontramos, pero es urgente que nos pongamos en camino. Y el primer paso, es reconocer la realidad. Y la realidad indica que no hay soluciones duraderas sin alguna cuota de esfuerzo. La medicina que cura, no suele tener buen sabor.

Cito una frase de Lanata: «Creo que el problema de la Argentina es preguntarnos si seremos capaces de trabajar por un resultado que no vamos a ver».

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Reelección, Cristina eterna y alternancia boba

Todos los gobiernos peronistas intentaron (a veces lo lograron) la reelección. Perón en 1952, reforma constitucional mediante. Menem en 1995, otra vez manipulando la Constitución y llegando al colmo de pretender un tercer mandato (Eduardo Menem hablaba de prOscripción a la simple prEscripción constitucional que ellos mismos no solo votaron sino que impulsaron con vehemencia). Y cristina, no llegó a una nueva reforma constitucional porque no repitió en 2013 la elección de 2011. Una de sus incondiconales aplaudidoras abogaba en contra de una «alternancia boba»…

Pero, a los muchachos peronistas, sería bueno recordarles algunas palabras del fundador de su movimiento y líder absoluto. Perón, en el mensaje del 1º de mayo de 1948, se manifestó contrario a la reforma del artículo 77 que establecía la no reelección (cosa que finalmente se hizo en 1949): 

«Mi opinión —dijo entonces— es contraria a tal reforma. Creo que la prescripción existente es una de las más sabias y prudentes de cuantas establece nuestra Carta Magna. Bastaría observar lo que sucede en los países en que tal reelección es constitucional. No hay recurso al que no se acuda, lícito ilícito; es escuela de fraude e incitación a la violencia, con asimismo una tentación a la acción política por el gobierno o los funcionarios. Y si bien todo depende de los hombres, la Historia demuestra que éstos no siempre han sido ecuánimes ni honrados para juzgar sus propios méritos y contemplar las conveniencias generales. En mi concepto, tal reelección sería un enorme peligro para el futuro político de la República. Es menester no introducir sistemas que puedan citar al fraude a quienes supongan que la salvación de la Patria sólo puede realizarse por sus hombres o sus sistemas. Sería peligroso para el futuro de la República y para nuestro Movimiento si todo estuviera pendiente y subordinado a lo pasajero y efímero de la vida de un hombre...» 

A juzgar por lo acontecido después, no resultan sinceras estas tan acertadas opiniones, por el contrario, parecía estar anticipando las mañas y malas artes que él mismo protagonizó.

Palabras de otro líder de los progres de Latinoamérica:

«Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía». (Simón Bolívar, Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819)

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 En La rebelión de las masas (escrito en 1929, cuando el fascismo de Mussolini estaba en pleno ascenso), Ortega y Gasset nos regala, entre otros aciertos, el siguiente párrafo:

«La forma que en política ha representado la más alta voluntad de convivencia es la democracia liberal. [...] El liberalismo es el principio de derecho político según el cual el Poder público, no obstante ser omnipotente, se limita a sí mismo y procura, aun a su costa, dejar hueco en el Estado que él impera para que puedan vivir los que ni piensan ni sienten como él, es decir, como los más fuertes, como la mayoría. El liberalismo –conviene hoy recordar esto– es la suprema generosidad: es el derecho que la mayoría otorga a las minorías y es, por tanto, el más noble grito que ha sonado en el planeta. Proclama la decisión de convivir con el enemigo, más aún, con el enemigo débil. Era inverosímil que la especie humana hubiese llegado a una cosa tan bonita, tan paradójica, tan elegante, tan acrobática, tan antinatural. Por eso, no debe sorprender que prontamente parezca esa misma especie resuelta a abandonarla. Es un ejercicio demasiado difícil y complicado para que se consolide en la tierra.

»¡Convivir con el enemigo! ¡Gobernar con la oposición! ¿No empieza a ser ya incomprensible semejante ternura? Nada acusa con mayor claridad la fisonomía del presente como el hecho de que vayan siendo tan pocos los países donde existe la oposición. En casi todos, una masa homogénea pesa sobre el Poder público y aplasta, aniquila todo grupo opositor. La masa –¿quién lo diría al ver su aspecto compacto y multitudinario?– no desea la convivencia con lo que no es ella. Odia a muerte lo que no es ella».


Reflexiones preelectorales

Esto lo dije hace unos años, pero, con algunas modificaciones, viene bien a cuento ahora. Ya sé que copiar es plagio, pero no creo que yo mi...