Sirvió para algo el paro del campo.
Sirvieron para algo los reclamos ante los intendentes y gobernadores.
Sirvieron para algo las asambleas y los cortes de ruta.
1) Sirvió para instalar el tema de la producción de alimentos. Es evidente que, en un mundo que los requiere cada vez más, es estúpido e inmoral no aumentar dentro de lo posible su producción. Por lo visto con la actual política del gobierno no se está logrando, sino por el contrario se está disminuyendo, para beneplácito de nuestros competidores, que acceden a los mercados que dejamos vacantes, y encima con mejores precios precisamente por esa vacancia. Así, Tabaré Vásquez, estará tan contento con Kristina, que tal vez hasta cierre la pastera de Botnia…
2) Sirvió para instalar el tema de la redistribución de los ingresos. Me parece estupendo que se destinen fondos (cuantos más, mejor) a planes sociales y obras de infraestructura. ¿Quién podría no estar de acuerdo? Pero eso ¿es redistribución del ingreso? Quisiera que algún economista me lo aclare. Me gustaría conocer cuál es, por ejemplo, la participación de los asalariados en el Ingreso Nacional. ¿Es así que se mide el ingreso? ¿Y cuánto creció con la administración de K? Sospecho que bastante, pero, con estas medidas ¿seguirá creciendo?
3) Sirvió para que se discuta acerca de coparticipaciones y federalismo. ¿Esto es federalismo, como se pregona? Por cierto que no, porque aunque destinen el total del dinero a obras en el interior, sigue siendo
4) Sirvió para lograr que la presidenta se digne informarnos acerca del destino de los fondos. La pregunta es: ¿por qué ese destino de los fondos no estuvo directamente en la redacción de la infortunada resolución 125? ¿No será que lo decidieron ahora, (ahorita mismo, este mismito fin de semana) porque el conflicto resultó mucho más duro de lo que esperaban?
Es evidente que este rimbombante anuncio, y el pedido de perdón, obedecen a la necesidad de:
- Tratar de que no se le disperse la, hasta ahora, disciplinada tropa de intendentes y gobernadores, que parece que comienzan a darse cuenta que están en una encrucijada difícil.
- Tratar de recuperar imagen ¿quién podrá oponerse a que el dinero que se quita a los “opulentos” vaya a parar a hospitales, viviendas y caminos?
- Como consecuencia de lo anterior, lograr que más gente vea a los productores agropecuarios como los malvados ogros que medran con el hambre y el desamparo de millones.
Analicemos más:
Sí me parece acertado, que la recaudación extra (aunque solo sea en parte) sea afectada específicamente a cuestiones sociales. Ya sabemos que en nuestro país, cuando no se está forzado a un destino específico, pareciera ser que los ingresos tienen carácter volátil. O se van en trenes bala.
¿Es realmente la necesidad de “cerrar la cuenta social y no la cuenta fiscal”? Resulta poco convincente el argumento, porque el 35% de lo recaudado sigue con destino incierto, y solo 7 u 8 puntos irían a tan loables fines. Y esto siempre y cuando no bajen los precios de la soja. O sea, que del total de retenciones, algo así como el 83% (como mínimo) iría a parar al cierre de la cuenta fiscal, y solo el resto (17% como máximo) iría para el noble cierre de la cuenta social.
Yo sueño con vivir en un país donde los problemas se solucionen trabajando en armonía entre los sectores, con consenso y sin fomentar las divisiones. Yo sueño con un país donde los gobernantes sean estadistas (la presidente confesó no serlo), y no astutos ganadores de internas.
Yo sueño con un país donde se dialogue y no se imponga. Aunque la presidente dijo algo semejante, no parece que sea esa su conducta. De otro modo, estas medidas se discutirían antes. Sabiendo que tienen mayoría en el congreso, donde pueden sancionar cuanta ley les plazca ¿por qué siguen con los decretazos? ¿Será tal vez porque así, ni siquiera tienen que pasar por la discusión parlamentaria, y juegan entonces con el factor sorpresa?
Yo sueño con un país, que cada vez me parece más quimérico… ¿Lo veré algún día?
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