sábado, 10 de junio de 2017

La batalla de las ideas


El capitalismo y el liberalismo tienen mala prensa. En cambio, ser de izquierdas y apoyar al socialismo, al comunismo o a algo tan difuso como el progresismo, queda muy bien, es elegante y habla mucho en favor de la pureza del alma de quien porta tales ideas.
¿Quién no se indigna por la pobreza? Todo buen progre hace de ello una bandera que lo acompaña como su sombra en cuanta discusión de política participe.
Desde luego que le parece muy bien que se “distribuya” la riqueza beneficiando a quienes menos tienen, siempre y cuanto esa riqueza no sea la propia.
Por supuesto que para el bienpensante de izquierdas la culpa de que haya pobres sobre la tierra, es del capitalismo, del liberalismo y, más recientemente, del neoliberalismo y el Consenso de Washington.
Desde luego que, si uno estudia la historia de la humanidad, verá que la pobreza generalizada ha sido una constante en todo el mundo y en todos los tiempos. Si algo ha mejorado para una importante cantidad de personas ha sido gracias a políticas liberales y capitalistas, luego de la Revolución Industrial. Por su parte, el socialismo clásico y el del siglo XXI, así como el comunismo, no han aportado prosperidad a sus pueblos, pero sí lograron consolidar nuevas clases opresoras en todos los casos, cuando no fueron los responsables de genocidios que dejarían a nuestro vernáculo “Proceso” del tamaño de un poroto.
El otro cliché siempre a mano de todo buen izquierdista es que nuestra pobreza y subdesarrollo son causados por el imperialismo. Corolario de ese pensamiento es que el Imperio es poderoso porque vive expoliándonos. Que los países más ricos de hoy, deben su riqueza a la explotación inmisericorde de sus colonias.
Pero ¿es esa toda la verdad? Por supuesto que los imperios existen y existieron siempre y que el colonialismo ha sido una verdadera lacra para la humanidad. Pero no es menos cierto que: 1) no todos los países ricos y prósperos de hoy son o han sido coloniales ni imperialistas. Finlandia, Suecia, Corea del sur, Nueva Zelanda, Irlanda, para citar solo algunos, no tienen, que yo sepa ningún antecedente en ese sentido.  Japón, que sí tuvo un pasado imperial, no lo es hoy y pudo reconstruirse literalmente de las cenizas. Y todos ellos conviven con los mismos imperios que nosotros. 2) todos los países que llegaron a ser colonialistas o imperialistas, fueron, antes que eso, ricos y poderosos sin pasado previo imperial. Y el caso paradigmático en el de USA que, en pocas décadas desde su independencia, gracias al espíritu de libertad que imperó desde un principio, se desarrolló a una velocidad de vértigo. Si pudo arrebatar a México un par de millones de Km2 de territorio, es porque, previamente, antes de ser imperiales, fueron prósperos, ricos y poderosos.
Por otra parte, ¿fue el liberalismo o el neoliberalismo lo que llevó a muchos países, incluido el nuestro, a la profunda crisis de principios del siglo XXI? Habría que estudiar bien las propuestas del Consenso de Washington para saber si se aplicaron en realidad o solo se proclamaron.
Pero es evidente que esas ideas progres están firmemente arraigadas en nuestros pueblos y es por ello que es muy difícil que los políticos nos ofrezcan otras soluciones, mientras no se lo demande la sociedad. No importa que la realidad muestre una y otra vez el fracaso de las izquierdas, la idea tiene el rango de dogma y los dogmas no se discuten.
La batalla a dar, es la de las ideas y, por el momento, los liberales vamos perdiendo por goleada.

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