El
capitalismo y el liberalismo tienen mala prensa. En cambio, ser de izquierdas y
apoyar al socialismo, al comunismo o a algo tan difuso como el progresismo,
queda muy bien, es elegante y habla mucho en favor de la pureza del alma de
quien porta tales ideas.
¿Quién
no se indigna por la pobreza? Todo buen progre hace de ello una bandera que lo
acompaña como su sombra en cuanta discusión de política participe.
Desde
luego que le parece muy bien que se “distribuya” la riqueza beneficiando a
quienes menos tienen, siempre y cuanto esa riqueza no sea la propia.
Por
supuesto que para el bienpensante de izquierdas la culpa de que haya pobres
sobre la tierra, es del capitalismo, del liberalismo y, más recientemente, del
neoliberalismo y el Consenso de Washington.
Desde
luego que, si uno estudia la historia de la humanidad, verá que la pobreza
generalizada ha sido una constante en todo el mundo y en todos los tiempos. Si
algo ha mejorado para una importante cantidad de personas ha sido gracias a
políticas liberales y capitalistas, luego de la Revolución Industrial. Por su
parte, el socialismo clásico y el del siglo XXI, así como el comunismo, no han
aportado prosperidad a sus pueblos, pero sí lograron consolidar nuevas clases
opresoras en todos los casos, cuando no fueron los responsables de genocidios
que dejarían a nuestro vernáculo “Proceso” del tamaño de un poroto.
El
otro cliché siempre a mano de todo buen izquierdista es que nuestra pobreza y
subdesarrollo son causados por el imperialismo. Corolario de ese pensamiento es
que el Imperio es poderoso porque vive expoliándonos. Que los países más ricos
de hoy, deben su riqueza a la explotación inmisericorde de sus colonias.
Pero
¿es esa toda la verdad? Por supuesto que los imperios existen y existieron
siempre y que el colonialismo ha sido una verdadera lacra para la humanidad.
Pero no es menos cierto que: 1) no todos los países ricos y prósperos de hoy
son o han sido coloniales ni imperialistas. Finlandia, Suecia, Corea del sur,
Nueva Zelanda, Irlanda, para citar solo algunos, no tienen, que yo sepa ningún
antecedente en ese sentido. Japón, que
sí tuvo un pasado imperial, no lo es hoy y pudo reconstruirse literalmente de
las cenizas. Y todos ellos conviven con los mismos imperios que nosotros. 2)
todos los países que llegaron a ser colonialistas o imperialistas, fueron,
antes que eso, ricos y poderosos sin pasado previo imperial. Y el caso
paradigmático en el de USA que, en pocas décadas desde su independencia,
gracias al espíritu de libertad que imperó desde un principio, se desarrolló a
una velocidad de vértigo. Si pudo arrebatar a México un par de millones de Km2
de territorio, es porque, previamente, antes de ser imperiales, fueron
prósperos, ricos y poderosos.
Por
otra parte, ¿fue el liberalismo o el neoliberalismo lo que llevó a muchos
países, incluido el nuestro, a la profunda crisis de principios del siglo XXI?
Habría que estudiar bien las propuestas del Consenso de Washington para saber
si se aplicaron en realidad o solo se proclamaron.
Pero
es evidente que esas ideas progres están firmemente arraigadas en nuestros
pueblos y es por ello que es muy difícil que los políticos nos ofrezcan otras
soluciones, mientras no se lo demande la sociedad. No importa que la realidad
muestre una y otra vez el fracaso de las izquierdas, la idea tiene el rango de
dogma y los dogmas no se discuten.
La
batalla a dar, es la de las ideas y, por el momento, los liberales vamos
perdiendo por goleada.
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