viernes, 1 de septiembre de 2023

La pelea de fondo

Creo que la pelea de fondo es la de las ideas. La lucha en el terreno político, necesaria, es solo, por el momento, una pelea de relleno. Y digo esto porque, en el caso de que en las próximas elecciones para presidente ganara un liberal de pura cepa, debería enfrentar no solo a un Congreso en el que tendría mayorías opositoras, sino también a la idea de la ciudadanía, que se queja de los resultados, pero no de los métodos ni de los personajes que eligió a la hora de votar. Y los resultados, en lo inmediato, no serán los que espera la gente, por aquello de que «la medicina que cura, no suele tener buen sabor». Además, las enfermedades crónicas, como la nuestra, suelen requerir tratamientos prolongados antes de ver resultados.

Creo que la batalla fundamental es la de las ideas, porque suele suceder que opinemos que un marxista, comunista o socialista es una persona totalmente equivocada, pero no se me ocurriría pensar que es un perverso que solo quiere hundir en la pobreza a la mayoría, como ya ha ocurrido cuanta vez se han implementado regímenes de esta naturaleza. Todo lo contrario ocurre con esos pensadores de izquierda que solo piensan que, quienes abrazamos las ideas liberales, sí somos perversos, entregados a la lujuria del dinero, y que queremos ver a los pobres cada vez más explotados y, si fuese posible, esclavizados.

Por eso es fundamental que toda esta nueva generación de liberales que aparecen en los medios siga propagando la idea de la libertad como bien supremo y natural generador de bienestar y progreso; que se trate por todos los medios de llegar a los claustros académicos; de convencer a periodistas y formadores de opinión, pero sobre todo a una mayoría suficiente de la opinión pública. Pero en lo inmediato, en el terreno político, hay que ir con listas propias para legisladores. Para puestos ejecutivos, conformémonos, por ahora, con votar a quienes sean menos corruptos, aunque sus políticas no nos convenzan del todo. Porque, un probable fracaso de un gobierno liberal, tendría efectos terriblemente regresivos para la consolidación de la idea en la gente. Hoy, todavía muchos le achacan al «neoliberalismo» (aunque nadie sepa definir qué es) la terrible crisis de 2001 y no a la corrupta implementación de algunas políticas liberales.

2 comentarios:

Charles dijo...

Mirta nos dijo:
Totalmente de acuerdo. Pero la política me ha sobrepasado.En diciembre votaré y que sea lo que Dios quiera.Siempre interesante.
Saludos

Charles dijo...

Mirta nos dijo:
Totalmente de acuerdo. Pero honestamente todo este tinglado me ha sobrepasado.Ya no quiero saber más nada de opiniones,ni mediciones.Yo ya tengo mi opinión formada Cuando sea el dia de la votación , votaré y que sea lo que Dios disponga.
Anyway, gracias x compartir,siempre muy interesante.
Abrazo

Los años 70

Los montoneros y otras agrupaciones terroristas nunca tuvieron vocación democrática ni estuvo en sus planes el cuidado de la república. Por ...